Además de estar encerrados en sus camarotes, es posible que todos ellos estén enfermos de COVID-19, dijo a Sputnik el médico y director de asistencia prehospitalaria del Centro de Asistencia del Sindicato Médico del Uruguay (CASMU), Marcelo Gilard.
El galeno describió que la situación a bordo "es horrible, están lejos de sus hogares, enfermos, encerrados en un barco del que no pueden salir, incluso no pueden partir de sus camarotes".
El crucero, que está fondeado a 20 kilómetros del puerto de Montevideo desde hace varios días, tiene 216 personas en su interior entre pasajeros y tripulantes, quienes son australianos y neocelandeses, muchos de los cuales dieron positivo al nuevo coronavirus (causante de la enfermedad COVID-19).
Uruguay no deja desembarcar a todos los que viajan en el crucero, solo evacuó a ocho y los trasladó a centros asistenciales debido a que sus vidas corrían peligro.
"Estamos haciendo estudios para ver en qué situación se encuentran de gravedad; la verdad es que es posible que más pasajeros terminen con una situación similar a la de estas dos personas porque esta es una enfermedad evolutiva que de repente el sujeto está bien en ese momento y en unas horas puede agravarse; yo estoy comunicado de forma permanente con el capitán y con algunos pasajeros; para controlarlos hacemos videollamada o llamada telefónica", afirmó.
El Gobierno uruguayo autorizó el aterrizaje y despegue de un vuelo humanitario este jueves para repatriar a los ocupantes del crucero.
Fuentes de Cancillería dijeron a Sputnik que para el traslado de estas personas hasta el aeropuerto están trabajando con la "hipótesis de que todos están contagiados".
Afirmaron a Sputnik que realizarán un corredor humanitario con "estrictas medidas de seguridad" y que aún evalúan si la prensa podrá cubrir el suceso.
Vida en el barco
Por su parte, Gilard afirmó que los médicos comenzaron a trabajar desde el 4 de abril para definir el protocolo de actuación y que el 5 de abril entraron al barco para ayudar a los pasajeros y tripulantes.
Dijo que se evaluó uno por uno a los tripulantes y se practicó un triaje según su estado de salud para decidir su evacuación.
Sostuvo que no sólo los pasajeros están enfermos, sino que muchos tripulantes también lo están.
"Hay que hacer una mención especial para los tripulantes, que, a pesar de estar enfermos en su mayoría, tienen que seguir trabajando, limpiando, cocinando y haciendo funcionar las maquinas del barco para que el resto de los pasajeros estén bien", reflexionó.
En Uruguay hay 424 casos confirmados de COVID-19 y siete personas fallecieron.
En el mundo hay 1.353.361 casos confirmados y se murieron 79.235 personas a causa de la enfermedad respiratoria, según las últimas cifras de la Organización Mundial de la Salud.