Mientras la gran mayoría de la actividad económica mundial se encuentra detenida, las proveedoras de insumos médicos y las grandes compañías farmacéuticas viven una zafra, tanto de producción como de investigación. El mundo espera sus avances hacia una cura, una mejor terapia y hasta una vacuna que prevenga mayores daños provocados por el COVID-19.
"Las inversiones de lo que llamaríamos el 'complejo médico industrial farmacéutico financiero', porque no solamente se producen medicamentos, insumos médicos y tecnologías sanitarias, sino que también están presentes en el sistema financiero, no se suman a las agendas globales de salud por temas filantrópicos", apuntó el médico, quien se desempeña como coordinador del grupo de trabajo de Salud Internacional del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales.
El también director del programa de Salud Internacional de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales de República Dominicana, señaló a Sputnik que durante esta emergencia podemos estar frente a una situación que, como en todo desastre, otorgue un nuevo espacio de lucro, acumulación de capital y especulación.
"La falta de integración regional y soberanía sanitaria nos pone en una completa dependencia. El mercado global de medicamentos y de importación de equipamientos (…) está muy concentrado y nuestros países han quedado muy débiles, muy dependientes del mercado global. Mercado que ya se comporta con avidez de lucro en el contexto del hemisferio del norte global, donde hasta España o Italia están sufriendo. Imagínense cómo este mercado global se comporta con la periferia, o sea con América Latina y el Caribe", analizó.
"Han estado planteando el tema de la vacuna como una necesidad de salud pública, pero también como un gran mercado cautivo. Imagínate que hoy casi toda la población mundial es su potencial consumidora. Entonces hay una competencia desregulada con diferentes ejercicios por parte de las Big Pharma donde los propios Estados y la propia Organización Mundial de la Salud están más que como ente rector, como acompañantes de ese proceso", señaló.
"Me preocupa que en un contexto de parálisis global ante una enfermedad tengamos el riesgo de que esa vacuna quede apropiada por algunos actores", concluyó.