Sin embargo, recuperar el tiempo en que no hubo producción parece imposible. Aún con las industrias y servicios trabajando al máximo de su capacidad, ahora el resto del mundo es el que se detuvo. Economías tan importantes como India, Italia o España están en cuarentena total y el comercio internacional en un momento de pausa. Así, la gran proveedora de manufacturas del mundo espera que sus clientes puedan volver a comprarle.
"Muchas fábricas están volviendo a su producción y la economía se va a recuperar. Ahora, cuánto se va a recuperar es una incógnita. Lo cierto es que definitivamente va a resultar muy golpeada. Si hasta diciembre se planificaba que China este año iba crecer 6% o 5,9%, ahora los pronósticos más optimistas dicen que si logra crecer la mitad, un 3%, sería un gran resultado. (…) Aún depende del mundo, los mercados todavía están afuera", explicó el doctor en Economía Asiática, Carlos Aquino.
Con tal contracción de la actividad, tres metas que el Gobierno había trazado para este año posiblemente quedarán relegadas. Ni doblar el tamaño de la economía respecto a 2010, ni duplicar el ingreso per cápita o eliminar el total de la pobreza extrema, parecen hoy logros asequibles en el corto plazo. De todas formas, a criterio del entrevistado, la imagen del Partido Comunista como gestor de la emergencia quedó bien posicionada.
"Había mucha crítica al carácter autoritario y cerrado del Ejecutivo chino. Se decía que esa gran crisis iba a hacer perder un poco la legitimidad del partido y del presidente Xi Jinping. Pero vemos que China está mostrando a sus ciudadanos que el mundo está en problemas, que Europa está en problemas y no es capaz de solucionarlos, tanto que le piden ayuda. Y entonces dice: miren, nosotros hemos salido exitosamente de esta gran pandemia", afirmó el doctor en Economía Asiática.