Durante el estudio, los antropólogos examinaron las estructuras óseas de dos fósiles, descubiertos hace más de 60 años y supuestamente pertenecientes a la especie Paranthropus robustus.
Ambos especímenes tenían la forma externa de los huesos muy similar y una articulación de la cadera más parecida a la de un simio, algo que sugiere que caminaban sobre dos piernas. Sin embargo, al analizar la estructura interna de los huesos —que suele cambiar con el paso del tiempo, en función de cómo se usa— los autores del estudio se dieron cuenta de que nuestros antepasados humanos solían tomar posiciones con las caderas muy flexionadas, lo que indica que treparon a los árboles durante toda la vida.
"Es muy emocionante poder reconstruir el comportamiento real de personas que vivieron hace millones de años, y cada vez que exploramos un nuevo fósil es una oportunidad de aprender algo nuevo sobre nuestra historia evolutiva", declaró Georgiou.
Ahora, su equipo tiene previsto examinar la estructura interna de otros huesos del esqueleto del Paranthropus robustus, como las manos, los pies, las rodillas, los hombros y la columna vertebral, algo que "puede revelar hallazgos interesantes sobre la evolución de otros comportamientos clave", como la fabricación de herramientas de piedra.
Los resultados del estudio han sido publicados en la revista especializada PNAS.