El "ejército de batas blancas", como acostumbran llamar en la isla a estos médicos y profesionales de la salud internacionalistas, ya está presente en 14 países de Europa, América Latina, el Caribe y África, que enviaron solicitudes de apoyo a La Habana, entre otras 45 naciones seriamente afectadas por el coronavirus SARS-CoV-2.
Las cifras las confirmó hace unos días el ministro cubano de Salud Pública, doctor José Ángel Portal, quien precisó que las 14 brigadas del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve, están integradas por 593 colaboradores —179 médicos, 399 enfermeros, 15 tecnólogos—, y de ellos 388 son mujeres.
Actualmente el sistema de salud pública cubana cuenta con cerca de 95.000 médicos, 84.000 enfermeros, y dispone de 13 universidades de Ciencias Médicas en todo el país, incluida la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), donde se imparten cursos de medicina, estomatología, licenciatura en enfermería, y otras especialidades en Tecnología de la Salud.
Esto permite, según datos oficiales, exhibir un indicador de nueve médicos por cada 1.000 habitantes, lo que garantiza la atención sanitaria a los 11 millones de cubanos, y además, prestar cooperación en otros lugares del planeta, sin afectar la capacidad interna de servicios.
Antecedentes
Al triunfo de la Revolución en 1959, Cuba contaba con alrededor de 6.000 médicos, y más de la mitad abandonaron la isla rumbo a Estados Unidos, en un éxodo masivo de profesionales que puso en peligro la atención sanitaria del país.
Para esa fecha, el nuevo Gobierno instituyó el acceso gratuito y universal a la salud sin discriminación de ningún tipo y se fomentó la formación profesional de médicos, enfermeros, farmacéuticos, auxiliares, también gratuita, así como la creación de un nuevo Sistema Nacional de Salud, que incluyó servicios en los lugares de difícil acceso.
Desde esa primera misión solidaria en 1963, Cuba estuvo presente en más de 20 países afectados por terremotos, huracanes, inundaciones, epidemias y erupciones volcánicas, entre otras catástrofes.
Brigadas de médicos cubanos estuvieron presentes en la atención a damnificados por terremotos en Perú (1970), Nicaragua (1972), México (1985), Armenia (1988), Irán (1990), Argelia (2003), y Pakistán (2005); y después de huracanes e inundaciones en Honduras (1974-1998), Nicaragua (1988-1998), Guatemala (1998), Venezuela (1999) y Guyana (2005).
También estuvieron presentes durante la epidemia de dengue en Centroamérica, del 2000 al 2003, en El Salvador, Ecuador, Nicaragua, Honduras; y en 2005 en Sri Lanka e Indonesia, naciones asoladas por un tsunami.
Contingente Internacional Henry Reeve
El 19 de septiembre de 2005 quedó constituido el Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve, formado en ese momento por un grupo de 1.518 profesionales de la salud, que se ofrecieron para ayudar a los damnificados del huracán Katrina, que provocó enormes daños humanos y materiales en Nueva Orleans, Estados Unidos, pero Washington rechazó la propuesta cubana.
Hasta que inició la actual pandemia del coronavirus SARS-CoV-2, comentó hace unos días el titular cubano de Salud Pública, 28 brigadas del Contingente Henry Reeve habían estado prestando servicios en 22 países.
En este momento, 14 brigadas médicas cubanas contribuyen en el enfrentamiento al COVID-19 en Andorra e Italia (Europa); Belice y Nicaragua (Centroamérica); Antigua y Barbuda, Dominica, Granada, Jamaica, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucia, y San Cristóbal y Nieves (Caribe); Suriname y Venezuela (Suramérica), y Angola (África).
A finales de 2019 China informó de un brote de neumonía en la ciudad de Wuhan, capital de la provincia de Hubei (sudeste), causado por una nueva cepa de coronavirus.
En el mundo se han registrado 750.890 casos confirmados y 36.405 fallecidos a causa de la enfermedad, de acuerdo al último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicado el 31 de marzo.