Cuando el Ministerio de Defensa de Rusia convocó una licitación para crear un caza de quinta generación, la futura aeronave fue denominada por el ente como Futuro Sistema de Aviación de Primera Línea o PAK FA (por sus siglas en ruso).
El modelo presentado en la licitación por parte de la oficina experimental de construcción de Sukhoi se denominó T-50. La letra T, según la tradición de la empresa, se adjudicaba a los proyectos de aviones con el ala triangular. De igual forma, las aeronaves con el ala en flecha llevaban el índice S.
Hasta agosto del 2017 el comandante en jefe de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia no ordenó denominar el nuevo caza Su-57. Sus dos letras indudablemente se refieren al nombre de su fabricante. El número 5 representa la quinta generación de los cazas de Rusia. El 7 es el número de la suerte en la oficina de diseño, y además vincula el nuevo proyecto con el mejor caza ruso de la generación anterior: el Su-27.
"Entre las peculiaridades más destacables de un caza de quinta generación encontramos la capacidad de volar a velocidad de crucero supersónica y la posibilidad de aterrizar sin usar medios especiales sobre una pista corta", aseveró el primer director general adjunto de la Sukhoi, Mijaíl Strelets.
El Su-57 realizó su primer vuelo de prueba como un T-50-1 el 29 de enero del 2010 bajo el mando del piloto emérito ruso y héroe de Rusia Serguéi Bogdan. Se espera que Sujoi acabe suministrando a las Fuerzas Aeroespaciales del país 76 cazas de este modelo.
Actualmente, las primeras unidades suministradas a la Fuerza Aeroespacial de Rusia son propulsadas por los motores de la conocida como primera etapa, los AL-41F1, que son en realidad una versión modernizada de los motores de la familia de cazas Su-27. Sin embargo, ya está probando el motor de la segunda fase, conocido como Artículo 30. Este proporcionará al Su-57 mejores prestaciones.