Las prioridades en la Unión Europea
De momento el bloque comunitario ha demostrado con los hechos que hacer un frente común contra el COVID-19 en lo sanitario, político, económico y social, no es lo prioritario en su agenda. Así lo demuestra la ausencia de acuerdo en cualquiera de los rubros mencionados.
Pero para lo que sí llegan a un acuerdo en plena catástrofe sanitaria de proporciones bíblicas, es para abrir las puertas a sumar a dos nuevos miembros a un club desvencijado, y no sólo por lo expuesto. Como dice la vieja canción, "sumar tiempo no es sumar amor". En este caso, ¿qué busca Bruselas con la adición fundamentalista de nuevos miembros, cuando los que ya están han demostrado no estar unidos, más que para cuestiones comerciales?
"Esto es algo así como si 20 o 10 años antes de que cayera, el Imperio Romano de Occidente hubiera abierto negociaciones con dos territorios para que le pertenecieran. Eso es una cosa delirante. Bueno, como si abren negociaciones con marcianos, es exactamente lo mismo y no tiene sentido ni va a ir a ningún lado por otra parte", ironiza Fernando Moragón, presidente del Observatorio Hispano-Ruso de Eurasia.
La corona-respuesta de la UE a la pandemia
Esta incapacidad de lograr un acuerdo por parte del bloque comunitario se debe, según Moragón, a que "la UE es ya un cadáver. Y la solidaridad, que es una de las bases fundamentales de la UE, no existe. Italia, donde la gente sigue muriéndose, y ha pasado en número de muertos a China desde el punto de vista oficial, nadie ha salido de la UE, ni sus países miembro como tales a ayudarles, ¿quién le está ayudando? China, Rusia y Cuba. Es decir, esto da una idea de hasta qué punto esto está acabado".
Un 'Plan Marshal' europeo es una de las ideas para salir del pozo cuando pase el temblor; otra es un esfuerzo fiscal sin precedentes mediante los mecanismos comunitarios; otros hablan de eurobonos y hasta de coronabonos. Unas ideas defendidas por España, Italia y Francia, y por tanto, defenestradas por Alemania y Holanda, so pretexto de que es mejor esperar a ver qué deja este huracán tras su paso.
"Vamos a ver claramente un Occidente —Europa que ya venía siendo algo irrelevante desde hace mucho tiempo—, y sobre todo EEUU, que van a pasar a un segundo plano; una potencia que va a ser la ganadora dentro del desastre que va a ser China; y posiblemente una Rusia que va a mantener una buena posición. Y todo esto con la economía mundial por los suelos", sentencia Fernando Moragón.