"Su elección por las autoridades médicas de China para emplearse frente al nuevo coronavirus obedece a que de manera general estos virus disminuyen la producción natural de interferón en el organismo humano y el fármaco cubano es capaz de suplir dicha deficiencia, fortaleciendo el sistema inmunológico de los pacientes aquejados por la referida dolencia respiratoria", subraya una nota publicada por el periódico local Granma.
El Interferón Alfa 2B Recombinante fue desarrollado en la década de 1980 por científicos cubanos del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de La Habana, y demostró su eficacia y seguridad en la terapia de enfermedades virales como las Hepatitis B y C, Herpes Zóster y el VIH/SIDA.
Desde febrero pasado, este medicamento desarrollado y producido en Cuba es empleado en China para enfrentar la epidemia del COVID-19.
Según el doctor Luis Herrera, asesor científico del CIGB, y uno de los desarrolladores de este medicamento, el Interferón se empleó en Cuba en múltiples ocasiones en epidemias de diferentes tipos, algunas de origen bastante dudoso como fue la neuritis epidémica, a principios de la década de 1990; y con el dengue, que causó la muerte a cientos de niños de la isla.
Este medicamento se emplea en forma de nebulización, "porque es una vía rápida que llegue a los pulmones y pueda actuar en las etapas tempranas de la infección, y ya está ubicado en los protocolos del sistema de salud en Cuba", precisaron especialistas del CIGB.
El nuevo coronavirus surgió a fines de 2019 en el sureste de China y en semanas se propagó a más de 150 países, causando la muerte de más de 20.000 personas.