El golpe de la pandemia de COVID-19 está resultando demoledor para las economías. En el caso del país ibérico, se está escenificando en un aluvión de expedientes temporales de regulación de empleo (ERTE). Es decir, el despido de trabajadores por imposibilidad de proseguir con la actividad económica de sus empresas. En otras palabras, España se está parando.
El desempleo se dispara
El Gobierno de Sánchez anunció un plan de ayudas de 200.000 euros para paliar la contingencia. Ahora se adivina escaso. La recesión media de la UE, en palabras de Christine Lagarde, jefa del Banco Central Europeo (BCE), superará el 10%. El parón en seco de los sectores de la automoción y el turismo amenaza con elevar aún más la previsión de caída de un 12% del PIB al trimestre. El 19 de marzo ya se había eliminado de un plumazo toda la creación de empleo del último año: más de 360.000 puestos de trabajo.
"Hay que mutualizar la deuda", declaró a los medios el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández Cos.
Una medida así supondría un manto de protección que, de otro modo, avisan los expertos, avivaría el sentimiento de euroescepticismo en Europa. Porque el efecto comunitario del coronavirus puede ser el eurodesencanto. La gravedad es tal, que en España sindicatos y patronal coinciden en su exigencia a Bruselas de "forzar la máquina". "Europa debe demostrar que sirve para algo o su crisis de legitimidad será brutal", señala Unai Sordo, secretario general de CCOO.
⭕️@CCOO, @UnaiSordo junto a economistas, personalidades y sindicalistas ha suscrito el llamamiento de @etuc_ces para que instituciones europeas y gobiernos adopten medidas macroeconómicas extraordinarias para hacer frente a la emergencia del #COVID19 https://t.co/59RjySXgYs pic.twitter.com/gUHeEJ5ady
— COMISIONES OBRERAS #QuédateEnCasa (@CCOO) March 22, 2020
"Se va a producir un endeudamiento. España tendrá que acudir a otras vías, endeudarse en los mercados, salvo que la UE emita deuda mancomunada", explica a Sputnik Juan Torres López, catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Sevilla.
La vacuna de los eurobonos
El caso es que en el seno del Eurogrupo se está barajando la posibilidad de conceder rescates financieros a países vulnerables sin la condición de establecer duros recortes. También suenan los llamados eurobonos, la “mutualización” de la deuda que refiere el Banco de España. La medida contrastaría con la ortodoxia presupuestaria por la que se ha venido rigiendo la UE en los últimos años, que parte siempre del norte.
Pero el norte, aunque también sumido en la crisis de la pandemia del coronavirus, está menos afectado que el sur, donde un eventual colapso de Italia y España amenazaría a la UE en su actual forma. Solo cuando oteara el abismo estaría dispuesta Alemania a acceder a los eurobonos. De hecho, el ministro de Economía alemán, Peter Altmaier, ha calificado la cuestión como "idea fantasma". Tal mecanismo podría contener la tentación de superar la actual configuración de la Unión Europea, cuando no su disolución o reducción a unos pocos países.
"La UE terminará muy dañada del envite. Alemania no ha aprendido nada de su historia. No puede mantenerse el club si los socios principales deciden que cada uno tiene que correr con su propia suerte", opina Juan Torres, quien concluye de manera retórica:
"¿Qué va a pensar el italiano decente si el destino para su pueblo está en las manos de Alemania y esta prohíbe vender a Italia mascarillas? La UE se está condenando a la muerte. Sus dirigentes no están a la altura de sus circunstancias".