Lombardía y Véneto son dos de las regiones más prósperas de Italia y dos de los fortines económicos de Europa. No obstante, a la hora de hacer frente a la expansión del coronavirus usaron enfoques diferentes: mientras que Véneto, con la capital en Venecia, impuso restricciones de viaje y comenzó a hacer pruebas a todos los residentes que habían estado en contacto con los pacientes de coronavirus, en Lombardía, con capital en Milán, solo se hacían pruebas a los residentes que mostraban síntomas y tampoco cerraron la región rápido, escribe Business Insider.
Mientras tanto, en Lombardía, que fue la primera en registrar un caso de coronavirus, la cuarentena en la región fue poco estricta, por lo que la cantidad de casos siguió creciendo. Así, para el 17 de marzo, había más de 16.200 enfermos y 1.200 muertos en la zona, aunque para el 21 de febrero, solo 15 personas tenían un diagnóstico confirmado. Desde el 23 de febrero, las autoridades locales cerraron muchas tiendas en 10 ciudades de Lombardía y pidieron a sus residentes que se abstuvieran de todo desplazamiento. Sin embargo, la población siguió moviéndose entre localidades y saliendo a lugares públicos.
Casi un mes después, los datos indican que estos enfoques dieron lugar a resultados diferentes: en Véneto el número de casos y muertes ha crecido de una forma mucho más lenta que en Lombardía. Es una clara prueba de que los tests más agresivos y unas normas de viaje más restrictivas pueden frenar la pandemia.
Cabe recordar que Italia es ahora el epicentro de la pandemia con más de 59.000 italianos positivo con coronavirus y más de 5.400 han muerto.