Se trata de los músicos José Delgado y Gerardo Valentín, que se encuentran en una 'serenata' para los habitantes de Ciudad Tiuna, una gran urbanización del oeste de Caracas. La iniciativa forma parte de una serie de estrategias que ha diseñado el Gobierno nacional para hacerle frente a una de las consecuencias más complejas que trae combatir el virus, la cuarentena colectiva.
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El golpe que produce el virus en el organismo se desplaza hacia todo el cuerpo social. No deja nada indiferente. Es una enfermedad que tiene consecuencias biológicas, pero también políticas, económicas y psicológicas en los grandes grupos humanos que deben estar encerrados en su casa haciendo frente a un enemigo invisible. Un mal que solo se percibe a través de simulaciones de computadoras, por las estadísticas de infectados y fallecidos, y sobre todo a través de las voces de quienes [critican] a los Gobiernos que prefieren salvar bancos antes que vidas humanas.
Esta tierra ha parido "una forma de resistir, una alegría contra todo pronóstico", me comenta José Delgado cuando le pregunto ¿por qué?, ¿por qué tomar la guitarra y cantarle a quienes están su casa?
A la distancia de una nota de voz, contesta convencido:
La resiliencia se ha convertido en nuestro credo diario y nuestra mejor vacuna ante la adversidad, le comento. Razón frente a la amenaza invisible Para Jacqueline Montes, experta en opinión pública, el abordaje hecho por el Gobierno de Nicolás Maduro ante esta pandemia ha sido "proactivo, responsable y consciente" y no se ha apelado al dibujo libre.
"Somos el país 125 en reportar casos. Y tomando en cuenta que la pandemia arrancó en el mes de diciembre, hemos tenido cerca de tres meses donde distintos países del mundo han estado batallando y ya se han probado fórmulas y estas buenas prácticas han ahorrado tiempo y permitido respuestas oportunas tanto para la contención como para el tratamiento de la enfermedad", afirma.
La investigadora destaca que ha sido una actuación apegada a principios de gestión de crisis, probados internacionalmente, y basados en la experticia científica de otros países. "Se han estudiado los modelos exitosos, así como los que no lo han sido".
Para Montes, ha sido muy acertado el trabajo de gestión comunicacional y las actuaciones concretas de las políticas públicas de contención de la pandemia. "Ambas han ido de la mano y permiten ganar las voluntades para que la cuarentena preventiva se cumpla de manera voluntaria.
La respuesta será una de las enseñanzas que la pandemia dejará al mundo. "Creo que solo fue cuando la OMS declaró el COVID-19 como pandemia, cuando realmente se encendieron las alarmas del mundo. La misma característica de la enfermedad también influyó en que fuese subestimada como una simple gripe estacional. Hay una mezcla de factores que sirvieron para acrecentar los efectos de la crisis: desconocimiento de la enfermedad, subestimación del potencial del virus, la sobrestimación de la capacidad de respuesta, y un componente que va a llamar mucho a la reflexión en torno al papel de la comunicación social, es decir, los prejuicios que generaron un punto ciego para poder ver con claridad el futuro y los riesgos", afirma.
"A nivel biológico se traduce en liberación de neurotransmisores, hormonas y otras sustancias, unas de ellas son la adrenalina y el cortisol, las mismas son liberadas en la corteza suprarrenal y se ha demostrado científicamente que, en efecto, cuando estas sustancias están aumentadas de manera sostenida producen una reducción de citoquinas, estas citoquinas forman parte de la respuesta inmunológica, por tanto, el estrés sostenido produce un defecto en el sistema inmune lo que nos hace más susceptibles a las infecciones de cualquier tipo, micóticas, parasitarias, bacterianas y virales", afirma la psiquiatra.
La salud mental es importante, por eso te invitamos a una hora de análisis de situaciones emocionales y psicológicas que traen la cuarentena colectiva. 📻
— Fundarte (@fundarte_ccs) March 21, 2020
¡Sabemos que juntos y juntas podemos avanzar emocional y psicológicamente!🙌 pic.twitter.com/ZkEJ81t20Q
Desde la Alcaldía de Caracas, el Ministerio de la Cultura y distintos colectivos venezolanos, como el de psicólogos y psicólogas por el socialismo, se ha hecho un notable esfuerzo por dotar a la población venezolana de herramientas para gestionar emocionalmente la cuarentena. Clubes virtuales de lectura, concursos audiovisuales, programas de radio para hacerle compañía a la familia venezolana, han sido parte de los instrumentos escogidos.
Es momento de practicar la solidaridad y ser bondadosos, estar atentos a llamados de alarma de nuestros vecinos y personas que sabemos son más vulnerables, ayudar en lo que sea necesario y ser todos promotores activos de la prevención de esta pandemia. Hay que recordar que el estrés solo contribuye a mantener las respuestas neuroendocrinas activadas, y esto repercute de mala manera en la salud física”, sentencia.
Lo que tiene que aprender el mundo de Venezuela En este duro momento, viene a mi mente el líder iraní, Mahmud Ahmadineyad, cuando decía que Chávez no era una persona física, sino "una cultura, un sendero, un plan para salvar a la humanidad".
La adversidad es la escuela de nuestra sociedad. Las estructuras que se han creado en el marco de la revolución bolivariana son ejemplos para el mundo. La integración cívico militar será fundamental en la gestión de esta crisis, las comunitarias como los CLAP. Hoy en día, son uno de los brazos más importantes haciéndole llegar el alimento a más de siete millones de familias. La incorporación de la tecnología como una herramienta para la planificación de la gestión pública [es fundamental], como el carnet de la patria, el cual constituye una gran herramienta para recabar datos para construir la priorización y segmentación de cómo atender esta pandemia.
Creo que el COVID-19 será una prueba de fuego de la que saldremos más fortalecidos. No me atrevo a decir que va a ser fácil, no me atrevo a hablar con un optimismo ciego, sino con una serenidad informada, porque hoy más que nunca sabremos de qué estamos hechos y de qué somos capaces". Cuando la llamada finaliza, recuerdo que este es el día séptimo de la cuarentena y aún falta mucho camino por andar.
Los versos de la poeta venezolana Dariela Tello llegan junto con la noticia de que más médicos cubanos y chinos viajan a Italia para contener la pandemia; y de que Rusia se mantiene esperanzada en encontrar una cura definitiva. Y yo los leo, y me aferro a ellos y espero… atento, a que la lucha del pueblo venezolano desborde "las palabras y se haga continente. (…) que sea idea, espíritu de un tiempo, esperanza de otros pueblos".