El fin de este cansancio no se vislumbra, ya que la previsión de las autoridades es que el número de contagios aumente notablemente en los próximos días.
"Empieza a haber un cansancio importante, un cansancio extremo le podemos llamar incluso", señala en declaraciones a Sputnik Jesús García Ramos, portavoz del Sindicato de Enfermería (SATSE) de la Comunidad de Madrid.
En un sentido similar se expresa Ángela Hernández, vicesecretaria general de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (AMYTS), que denuncia que los sanitarios "están cansados y un poco enfadados porque no se han tomado las medidas de apoyo necesarias".
Del mismo modo, Madrid concentra la mayor parte de los fallecimientos (56 de 84 en todo el país) y de pacientes ingresados en unidades de cuidados intensivos (135 de 190).
Esta concentración de casos en el territorio tensiona las capacidades del sistema público de salud, sometido a una merma importante tras años de políticas de austeridad.
La cicatriz de la austeridad
"Antes del coronavirus ya se estaban supliendo los agujeros de los recortes con esfuerzo personal de los médicos. Hemos llegado a esta crisis con unas plantillas de urgencias hospitalarias claramente insuficientes, pero también con carencias en los servicios de ambulancias o la atención primaria", explica Ángela Hernández
Según datos del Servicio Madrileño de Salud, entre 2010 y 2020 la sanidad de la región perdió 1.400 profesionales de distintos ámbitos, y aunque el personal estrictamente sanitario creció en unos 1.000 efectivos, ese aumento se antoja escaso ante el hecho de que la población con derecho a asistencia sanitaria creció en más de 500.000 personas.
Los profesionales sanitarios consultados por Sputnik coinciden en su diagnóstico: no hay equipos de Protección Individual (EPIs) para todos los trabajadores, faltan mascarillas, y el teléfono de atención a la ciudadanía no funciona, saturando unos servicios de urgencia que, si no terminan de colapsar, es por el esfuerzo extra de los trabajadores.
"La situación de sobrecarga es bestial. Se está intentando concienciar a la población de hacer un uso responsable de los recursos sanitarios, pero eso es muy complicado cuando los teléfonos de atención a la ciudadanía para el coronavirus están colapsados y hay que esperar hasta tres o cuatro horas para que te atiendan, lo que lleva a la gente a acercarse a los centros sanitarios, agravando el problema", apunta Jesús García Ramos.
📎🎥 Entre la angustia y el escepticismo se vive en Madrid en tiempos del coronavirus 🇪🇦☣
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) March 10, 2020
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Para intentar contrarrestar la sobrecarga, los hospitales madrileños ya están tomando medidas como la cancelación de consultas y cirugías no urgentes o el desvío de recursos anteriormente dedicados a otro tipo de pacientes para uso exclusivo de los afectados por coronavirus.
En una comparecencia pública ofrecida en la tarde del 11 de marzo, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, agradeció a los sanitarios el esfuerzo excepcional de estos días y anunció que en las próximas fechas se adoptarán medidas para reforzar las capacidades del sistema.
Sin embargo, hasta la fecha el único refuerzo habilitado fue la contratación temporal de 1.000 sanitarios y la extensión de otros 700 contratos del plan de invierno para atender a la gripe estacional, algo que los profesionales del sector ven insuficiente.
Fatiga física y psicológica
Además de la fatiga física derivada del esfuerzo extra requerido para atender a la crisis —no se trata sólo de trabajar más horas, sino de hacerlo con unos pesados trajes de protección en algunos casos—, los médicos y enfermeros de Madrid denuncian estar sufriendo unos niveles de estrés insostenibles.
Por otro lado, las medidas de contención adoptadas en la región, como el cese de toda la actividad educativa, aumenta sus responsabilidades familiares, ya que muchos sanitarios tienen a sus hijos en casa pero no pueden ausentarse de su puesto de trabajo para atenderlos.
"Los médicos no pueden teletrabajar, y ahora lo que se está pidiendo es un esfuerzo adicional para dar respuesta a las situaciones familiares por parte de gente que ya está agotada", apunta la vicesecretaria de AMYTS.
Este cansancio acumulado, de forma inevitable, supone una dificultad añadida para que los profesionales de la sanidad puedan hacer su trabajo de forma adecuada.
La previsión de las autoridades regionales, según explicó la propia Díaz Ayuso, es que Madrid sufra un "repunte elevado" de casos de coronavirus este mismo fin de semana, lo que dibuja un panorama aún más negro para los sanitarios si no se adoptan medidas de refuerzo inmediatas.
Pese a todo, Ángela Hernández pronostica que "podemos estar tranquilos porque los profesionales lo son como una copa de un pino y van a sacar esto adelante como sea", pero puntualiza que ello no es óbice para que las autoridades reaccionen, aunque sea tarde, y pongan medios para afrontar la situación "con menos sufrimiento" para los trabajadores.