El cráneo tiene un aspecto notablemente parecido al de un pájaro. Una serie de características sugieren que el animal está relacionado con los primeros antepasados de las aves modernas.
El hallazgo llamado Oculudentavis khaungraae tiene el pico largo y fino, una boca llena de dientes afilados como agujas y ojos enormes. A diferencia de la mayoría de los fósiles, el cráneo parece estar todavía compuesto de hueso real. También se conserva parte de la piel del paladar y de la lengua. El fósil también parece haber conservado algo del material corporal original del dinosaurio.
El trozo de ámbar pulido, de solo 31x 20 x 8,5 mm, se encontró en la provincia de Kachin, en el norte de Birmania.
"La conservación de los vertebrados en ámbar es rara, y nos da una idea del representante más pequeño de toda la línea de dinosaurios. Sus características anatómicas únicas apuntan a una de las aves más pequeñas y antiguas jamás encontradas", afirmó Lars Schmitz, uno de los autores del estudio.
El O. khaungraae era un animal diurno, lo que se deduce por la forma y el tamaño de las cuencas de los ojos que definen una pupila pequeña y también tienen una asombrosa similitud con los ojos de los lagartos modernos. Es probable que el dinosaurio fuera un depredador, que se alimentaba de pequeños artrópodos o invertebrados.
Los científicos creen que el espécimen hallado representa un vínculo que no se había observado antes entre las formas de transición entre los dinosaurios y las aves.
"Ningún otro grupo de pájaros modernos tiene especímenes con cráneos tan pequeños en los adultos", señaló Schmitz. "Este descubrimiento nos muestra que todavía tenemos una idea muy limitada de cómo eran los pequeños vertebrados en la era de los dinosaurios.
El estudio se publicó en la revista Nature.