Su método se basa en la hipertermia magnética. Es un proceso durante el que las células afectadas por cáncer se calientan intensivamente y el cambio de temperatura conduce a que estas finalmente se destruyan. Durante este procedimiento los científicos inyectan en las células cancerosas las nanopartículas de varios óxidos de metales con ciertas propiedades magnéticas para que a la hora de calentarse no destrocen a las sanas.
Aparte de ser asequibles y baratas, estas nanopartículas son muy estables y no causan ningún efecto tóxico sobre el organismo. De hecho, el tratamiento basado en la quimioterapia suele causar náuseas y un tremendo malestar en el paciente.
"Hemos observado varios grupos de ratones con dos tipos de tumores: aquellos que sufrían una forma poco agresiva de cáncer de intestino grueso y aquellos con una forma agresiva y con metástasis de cáncer de mama. Ambos grupos recibieron inyecciones con la suspensión de nanopartículas de la ferrita de cobalto y han sido sometidas a hipertermia magnética, realizada bajo distintas temperaturas", explicó a Sputnik una de los autores del estudio, Anastasia Garánina.
"Lo importante fue que hemos descubierto que la terapia por hipertermia magnética reduce aún más el riesgo de nuevas metástasis en los animales que una operación quirúrgica realizada con el objetivo de eliminar el cáncer", destacó Garánina.