Ubicado en el norte de Sudamérica, limita al este y al sur con Brasil y al oeste con Surinam. Entre el 80 y 90 % de su territorio es selvático y tiene soberanía sobre parte de la Amazonia. Sin embargo, con casi 270.000 habitantes y una superficie de 83.534 kilómetros cuadrados, no es un país.
Se trata de uno de los 101 departamentos que conforman el Estado de Francia y es uno de los cinco ubicados en ultramar. Allí se habla francés, se usa el euro y su presidente es Emmanuel Macron.
En 1946, apenas finalizada la Segunda Guerra Mundial, la Guayana Francesa dejó de ser colonia pero para convertirse en un departamento más de la potencia europea que desde entonces frenó cualquier intento de independencia.
Al infinito y más allá
"Hubo movimientos independentistas que tuvieron un auge bastante importante en los años ochenta pero que por distintas razones no prosperaron", indicó Jacubovich.
Entre otras cosas, porque allí está emplazado "uno de los centros espaciales más grandes del mundo, comparable al John F. Kennedy de EEUU o al Cosmódromo de Baikonur en Kazajistán".
A principios de los años 70 empezó a ser utilizado para el envío de cohetes. Actualmente es operado por la Agencia Espacial Europea, garantizando a los miembros de la Unión Europea una puerta de entrada independiente al Espacio exterior para el despegue de satélites, incluso de todas nacionalidades extrabloque comunitario.
"Esa fue una de las grandes razones por las cuales Francia nunca aflojó en ese tema. Además, alguna base le tenía que quedar a la OTAN en Sudamérica. Esto y otros factores hicieron que los movimientos independentistas no prosperaran", apuntó Jacubovich.
"La OTAN tiene una base militar continental, que de alguna manera puede acumular tropas de manera casi infinita", ilustró el experto sobre la relevancia estratégica de este enclave europeo en la región.
Un silencio que ensordece
El hecho de poder atracar legalmente en territorio sudamericano a través de la Guayana Francesa "es de una importancia fundamental", enfatizó Jacubovich, sobretodo con "la escasez de recursos naturales que se viene, el paraíso de recursos naturales que es Sudamérica y el hambre de algunas potencias por este paraíso".
Según el diario Folha de Sao Paulo, el Ministerio de Defensa brasileño imagina a Francia como la principal amenaza militar en los próximos 20 años y plantea la hipótesis de que en 2037 el país europeo decida enviar "un gran contingente de sus fuerzas armadas, posicionándolos en la Guayana Francesa".
El silencio sobre este tema —según Jacubovich— se debe en buena medida al bajo perfil que París busca darle a este departamento de ultramar.
"Creo que hay una notable decisión del Gobierno francés de no hacer muchas olas ni mucho ruido sobre el tema porque se le podría generar un conflicto territorial con el resto de los países", reflexionó.
"Hay que tener claro que el que participa de esos foros es el Gobierno francés", subrayó Jacubovich. "Con esa base, con ese departamento que tiene allí, Francia no solo tiene una base espacial, no solamente representan una base militar de la OTAN sino que también tiene poder sobre nuestro querido Amazonas. La Guayana Francesa es selva amazónica en 80 o 90 % de su extensión", sentenció.