El Ejército sirio anunció haber cerrado el espacio aéreo sobre Idlib y advirtió que todas las aeronaves que entren en el espacio serán consideradas enemigas y derribadas.
"En estas condiciones el mando del grupo de las tropas rusas no puede garantizar la seguridad de los vuelos de la aviación turca en el espacio aéreo sirio", dijo Zhuravliov.
Informó además que los cazas turcos F-16 violaron el espacio aéreo sirio dos veces.
También denunció el derribo de dos aviones del Ejército sirio por las fuerzas turcas en la zona de distensión Idlib pero indicó que los pilotos lograron eyectarse.
La tensión en la zona desmilitarizada de Idlib, creada en 2018 por un acuerdo entre los presidentes de Rusia y Turquía, fue en aumento a principios de febrero debido al intercambio de ataques entre los militares turcos y sirios, mientras Damasco desarrolla una ofensiva para recuperar el control de esa provincia, el último bastión de los grupos terroristas y rebeldes.
Antes de la operación antiterrorista, según el Centro ruso para la Reconciliación, los oficiales turcos aseguraron que en la zona no había militares de su país.
Nada más enterarse de las bajas entre los militares turcos, la parte rusa tomó las medidas para que las tropas sirias cesaran el fuego, y para que Turquía pudiera trasladar muertos y heridos a su territorio.
El Ministerio de Defensa de Rusia subrayó que en ningún momento se empleó la aviación de combate rusa en la zona.
El canciller ruso, Serguéi Lavrov, había acusado a Turquía de incumplir algunos de sus compromisos clave para solucionar la situación en Idlib, en particular en la parte de separar a los terroristas de la oposición armada que esté dispuesta a dialogar con el Gobierno sirio en el marco de un proceso político.
Por su parte, el vicepresidente de Turquía, Fuat Oktay, insistió en que Ankara respeta sus compromisos sobre Idlib.