La misión permanente de México "agradecerá ampliamente", una respuesta por escrito de la secretaría general de la Organización de Estados Americanos (OEA), "que aclare las discrepancias entre el análisis contenido en la nota de The Washington Post [elaborada por dos expertos del Laboratorio de Ciencias y Datos Electorales del MIT] y el análisis de la OEA", según la copia facsimilar de la petición oficial, fechada en Washington con sellos de recepción, difundida por la Cancillería a corresponsales extranjeros acreditados.
El documento oficial contiene dos peticiones oficiales más: "Que se solicite a investigadores especializados independientes la elaboración de un análisis comparativo de las conclusiones de la investigación del MIT y del análisis electoral efectuado por la Misión de Observación Electoral desplegada por esa secretaría general".
Y la otra solicitud es que "en su caso, que se reconozcan las afectaciones de derechos humanos derivadas de los errores en el análisis de la OEA".
La investigación realizada por dos expertos del MIT fue publicada el 27 de febrero en el periódico estadounidense The Washington Post, según el cual la OEA "no tenía motivos para declarar que hubo fraude en Bolivia".
Los auditores de la OEA afirmaron haber encontrado "evidencia de fraude" luego de una suspensión del conteo preliminar, al analizar los resultados de la noche de las elecciones, destinados a rastrear el progreso del escrutinio antes del conteo oficial de los comicios del 20 de octubre de 2019, que cambió la tendencia.
La investigación de Williams y Curiel concluye, al contrario, que "no hay ninguna evidencia estadística de fraude que podamos encontrar", tras la suspensión del conteo.
El estudio académico señala que "las tendencias en el conteo preliminar, la falta de un gran salto en el apoyo a Morales después del alto [en el conteo] y el tamaño del margen de Morales parecen legítimos; con todo, el análisis estadístico y las conclusiones de la OEA parecerían profundamente defectuosos".
La Cancillería mexicana dijo que esas discrepancias "ponen en entredicho el análisis de la OEA".
Tras dimitir a su cargo en noviembre pasado, el expresidente y líder indígena boliviano Evo Morales llegó a la Ciudad de México desde Bolivia en un avión de la Fuerza Aérea Mexicana, donde fue recibido con un abrazo por Ebrard.
La administración del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, concedió asilo político al exmandatario, alegando razones humanitarias y una situación de urgencia en Bolivia, donde su vida y su integridad corrían riesgo.
Morales viajó después a Cuba y a Buenos Aires, capital argentina, donde se ha establecido.