Uno de los mayores depredadores terrestres del planeta, el oso polar vive a lo largo de toda la costa del Océano Ártico, en Groenlandia, en Spitsbergen y en numerosas islas del Ártico. Normalmente caza en el hielo marino y pasa miles de kilómetros en busca de su principal presa: las focas.
No tiene enemigos naturales, pero el cambio climático, la contaminación de los hábitats y la caza furtiva lo hacen vulnerable. Por eso esta especie está incluida en la Lista Roja internacional.
El hielo marino en el Ártico se está derritiendo más temprano, se forma más tarde y su área está disminuyendo. Y sin hielo, no hay caza. El depredador se queda en la orilla y busca comida allí.
"En 2016, en la isla Vaigach vimos que incluso cuando hay una oportunidad de entrar en el hielo, los animales prefieren la orilla. Y en Nueva Zembla, los atraían los vertederos. Los osos polares se comportan de manera diferente: obviamente se adaptan a las condiciones cambiantes", comentó a Spuntik Nikita Platónov, investigador principal del Instituto de Ecología Aplicada de la Academia de Ciencias de Rusia y especialista en hábitats de hielo.
Mientras tanto, los científicos de Canadá y Estados Unidos opinan que la pérdida de hielo marino tiene un impacto negativo en la condición física de los animales.
En diciembre de 2017, las imágenes de un oso polar desnutrido dieron la vuelta al mundo. Fueron tomadas por unos documentalistas en la isla de Baffin, en Canadá. El desgarrador vídeo conmocionó a todo el mundo. Muchos decidieron que los osos polares estaban muriendo y necesitaban un rescate urgente.
"Un oso hambriento no puede servir de indicador para toda la población", enfatizó Nikita Platónov.
El científico vio solo una vez un animal muy flaco: fue en 2016 en la isla de Beli en el mar de Kara.
"El año pasado, estábamos colgando los collares y vimos que todos estaban gorditos", añadió el científico y recordó que en 2011 en la Tierra de Francisco José encontró a un macho que intentó robar los oseznos a una hembra. Resultó que tenía los dientes rotos, por lo que no podía cazar focas y eligió una presa más fácil.
"Recientemente se ha calculado que hay más de 3.000 animales en la costa del mar de Chukotka. La dinámica de la población de los osos polares, tanto en el mundo como en Rusia, es desconocida. En 2015 los noruegos recontaron los osos polares y no notaron ninguna disminución especial. Una dinámica negativa se observa solo en la parte sur del mar de Beaufort. No hay signos claros de que la población de osos polares en el mundo esté disminuyendo", aseguró Platónov.
Los científicos utilizan cada vez más métodos que permiten observar a los osos polares a distancia y evitar el contacto con el animal. En particular, estudian las imágenes satelitales.
Además, hay intentos de aplicar redes neuronales y crear algoritmos. Sin embargo, para entrenar un programa, se necesita una gran cantidad de muestras, y la base de datos es todavía demasiado pequeña.
"También hay drones de largo alcance capaces de sacar imágenes ópticas, infrarrojas y ultravioletas. En 2016, participamos en un programa de recuento de osos polares en el mar de Chukotka donde se usó este tipo de equipo. En 2018 utilizamos con éxito los aviones ultrapequeños para observar el área del borde del hielo. Así que en este asunto seguimos todas las tendencias modernas", concluyó el investigador.