Ese mismo día el acuerdo entró en vigor.
Las tropas soviéticas entraron en Checoslovaquia en 1968 con el objetivo de "defender la causa del socialismo" e impedir que el Partido Comunista de Checoslovaquia (PCCh) perdiera el poder y el país abandonara el bloque socialista y la Organización del Tratado de Varsovia (Tratado de Amistad, Colaboración y Asistencia Mutua).
En abril de 1968 fue aprobado el programa de acciones del PCCh que preveía la implantación de amplias reformas políticas y económicas en el país.
Al principio, los dirigentes de la URSS no interferían en los asuntos internos del PCCh, pero los principales rasgos del "nuevo modelo" de la sociedad socialista (síntesis de la economía socialista y la de mercado, independencia relativa de los órganos estatales del control del partido, democratización de la vida política en el país, etc.) iban en contra de la interpretación soviética de la ideología marxista-leninista y alarmaban a los dirigentes soviéticos.
El temor de una "reacción en cadena" en los países socialistas vecinos de Checoslovaquia hizo que los dirigentes de la Alemania democrática, Polonia y Bulgaria también se mostraron hostiles al "experimento" checo.
La entrada de las tropas soviéticas en Checoslovaquia fue precedida de numerosos intentos de diálogo político entre el Partido Comunista de la Unión Soviética y el PCCh, visitas mutuas de delegaciones gubernamentales y encuentros multilaterales de los dirigentes de Checoslovaquia y de países socialistas.
La decisión definitiva sobre la introducción de las tropas se tomó en una reunión del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética el 16 de agosto de 1968.
Se suponía que la entrada de las tropas sería un acto provisional. En un lapso de 36 horas, los Ejércitos de los países del Tratado de Varsovia establecieron pleno control del territorio checoslovaco.
Del 23 al 26 de agosto de 1968 Moscú acogió conversaciones entre los dirigentes soviéticos y checoslovacos, su resultado fue un comunicado en el que la retirada de las tropas soviéticas se condicionaba a la normalización de la situación en Checoslovaquia.
El 17 de octubre de 1968 comenzó la retirada escalonada de las fuerzas aliadas del territorio de Checoslovaquia que concluyó hacia mediados de noviembre.
Como resultado de la entrada de tropas en Checoslovaquia cambió sustancialmente el rumbo político de los líderes checoslovacos. Quedó interrumpido el proceso de las reformas políticas y económicas en el país.
El pleno del Comité Central del PCCh celebrado en abril de 1969, eligió como primer secretario a Gustav Husak.
En diciembre de 1970, el Comité Central del PCCh aprobó un documento en el que se reprobaba el rumbo político de Alexander Dubcek y sus partidarios.
En la Declaración de los dirigentes de Bulgaria, Hungría, República Democrática Alemana, Polonia y Unión Soviética del 4 de diciembre de 1989 y en la Declaración del Gobierno Soviético del 5 de diciembre de 1989, se reconoce que la decisión sobre entrada de tropas aliadas en Checoslovaquia fue errónea, tratándose de una injerencia infundada en los asuntos internos de un Estado soberano.
El 26 de febrero de 1990, en Moscú se firmó un acuerdo sobre la retirada completa de las tropas soviéticas de Checoslovaquia. La retirada se realizaría en tres fases: la primera, del 26 de febrero de 1990 al 31 de mayo de 1990; la segunda, del 1 de junio de 1990 al 31 de diciembre de 1990; y la tercera, del 1 de enero de 1991 al 30 de junio de 1991.
La retiraba comenzó el mismo día de la firma del acuerdo. El último convoy de trenes partió de la localidad de Milovice (República Checa) el 19 de junio de 1991.
Los acuerdos ruso-checo y ruso-eslovaco de amistad y cooperación firmados el 26 de agosto de 1993 en Praga y Bratislava, constataron la aspiración de las partes a poner cruz y raya a las relaciones del pasado relacionadas con la coacción política y militar.