En una rueda de prensa, el ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, confirmó el caso y aseguró que se trata de "un paciente que estuvo en Italia entre el 9 y 21 de febrero".
El hombre, de 61 años, empezó a sentir síntomas (fiebre, tos seca, dolor de garganta) compatibles con la enfermedad y el 25 de febrero fue ingresado en el Hospital Albert Einstein de Sao Paulo.
Según el Ministerio, el paciente está bien, con síntomas leves, y recibió las orientaciones de precaución básicas.
Las autoridades sanitarias del estado y del municipio de Sao Paulo están identificando a las personas que tuvieron contacto con el hombre, con apoyo de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria y la compañía aérea que hizo el viaje entre Italia y Brasil.
El ministro resaltó que la confirmación del caso no cambia el status sanitario de Brasil, ya que el país ya había declarado el estado de emergencia nacional cuando aparecieron los primeros casos sospechosos, y para preparar la llegada de los brasileños repatriados de China.
Mandetta también quiso tranquilizar a la población resaltando que el nuevo coronavirus es una gripe que se comporta de manera más agresiva en personas de edad más avanzada, por lo que entiende que Italia haya tomado medidas más restrictivas porque tiene una población más envejecida, lo que no se da en Brasil.
Hasta ahora, Brasil no tenía casos positivos de coronavirus, y el pasado domingo 23 de febrero el grupo de 58 personas que habían sido repatriadas desde China volvieron a sus casas tras pasar dos semanas en cuarentena en una base militar.
Asimismo, el ministro de Salud admitió que el Gobierno brasileño está preocupado con la posible falta de mascarillas y otros utensilios para enfrentar el nuevo coronavirus debido a que China, principal fabricante, está dejando de exportar debido a la fuerte demanda interna.
"Preocupa, porque el mundo pasó a tener a China como "supplier" [proveedor] (…) estamos trabajando con la industria [brasileña] para que pueda abastecer", comentó el ministro en la rueda de prensa.
El secretario ejecutivo del ministerio de Salud, Joao Gabbardo dos Reis, explicó que el Gobierno realizó recientemente una compra extra de equipamientos de protección individual y que en un plazo máximo de siete días se distribuirá a los estados, "para atender una posible demanda".
A su vez, la directora de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (MSP) de Uruguay, Raquel Rosa, dijo a medios locales que era de esperar que apareciera un caso del nuevo coronavirus en Latinoamérica.
El caso en Brasil "por el momento no cambia lo que llamamos el caso sospechoso, es decir tenemos que identificar que la persona que tiene los síntomas ha estado en contacto [con el virus], a medida que el contacto se acerca por supuesto que las probabilidades aumentan", afirmó Rosa a la emisora estatal local Radio Uruguay.
Sin embargo, indicó que "en realidad era de esperar que en algún momento se iba a identificar [en Latinoamérica] algún ciudadano que hubiese tenido contacto [con el coronavirus]".
Agregó que en "Uruguay no hay casos sospechosos, es decir que hayan estado en contacto con personas que hayan tenido la enfermedad o contacto con el virus".
Añadió que "hay que tener mucho cuidado de no generar pánico".
Las farmacias uruguayas, en promedio, vendieron en tres días la cantidad de tapabocas que suelen comercializar en un mes entero: significa que las ventas crecieron 10 veces, informó el diario local El País.
El nuevo coronavirus COVID-19 surgió en diciembre pasado en la ciudad china de Wuhan (sureste) y desde entonces se han confirmado 78.064 casos y 2.715 muertes solo en China, según el informe de este 26 de febrero de la Comisión Nacional de Salud de ese país asiático.
Afuera de China, había hasta el 25 de febrero 2.459 casos confirmados del COVID-19 y 34 muertes en 33 países, según el último reporte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Hasta el momento en la región de las Américas hay casos confirmados en EEUU (53) y Canadá (10), según la OMS, y este 26 de febrero se confirmó el primero en Latinoamérica, en Brasil.