Los rumores acerca de que la Reserva Federal de EEUU podría aflojar su política monetaria bajando la tasa de interés antes de finales de 2020 también jugaron un papel importante en la actual alza de precios. Surgieron a pesar de que el principal regulador de EEUU indicó en las actas de la última reunión que podría no llegar a cambiar el tipo de interés durante muchos meses.
Como resultado, la onza de oro alcanzó unos 1.612,98 dólares en la bolsa de Shanghái. Se trata de un nivel que no había sido registrado desde marzo del 2013. Los expertos del banco suizo UBS pronostican que el precio del metal dorado puede seguir subiendo y superar los 1.650 dólares en las semanas venideras.
"Con las valoraciones elevadas de los activos de EEUU y los trastornos futuros, se vislumbra otro episodio de volatilidad, otro rally de los bonos gubernamentales y un precio del oro más alto", escribieron los analistas Wayne Gordon y Giovanni Staunovo en un informe remitido a Bloomberg.
El oro no fue el único metal precioso que reaccionó de esta manera al empeoramiento de la situación sanitaria en China. El paladio aumentó un 0,3% su valor, situándose en unos 2.725, 22 dólares por onza. Este metal, que se utiliza para reducir las emisiones de gas de los vehículos, batió un récord jamás registrado el 19 de febrero y tras haberse situado en unos 2.849,61 dólares por onza. Este crecimiento se debió a dos causas:
- la expansión del déficit global;
- las promesas del Gobierno chino de estabilizar la demanda de autos en el país.
Mientras tanto, el brote de coronavirus en el gigante asiático no ha sido tan buena noticia para otros metales preciosos. La plata cayó en la bolsa un 0,7% mientras que la caída del platino fue aún mayor y constituyó un 1,3%.