"Es altamente decepcionante la propuesta planteada por el presidente del Consejo Europeo tanto para España como para el conjunto de la Unión Europea", afirmó Sánchez en declaraciones a los medios a su llegada a la cumbre de la UE que arranca este 20 de febrero en Bruselas.
Pedro Sánchez afronta en los próximos días una intensa negociación con el resto de jefes de Estado y de Gobierno europeos con el fin de lograr un acuerdo sobre el nuevo marco presupuestario de la Unión Europea para el período 2021-2027.
En el caso de España, Sánchez destacó como prioridades el cambio climático, la educación, las políticas del pilar social y los fondos de cohesión, además de las ayudas vinculadas al sector agrícola.
"No compartimos muchos de los aspectos planteados por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel", aseguró el presidente español sobre la oferta que el líder europeo mantiene sobre la mesa.
Se trata de una propuesta que supone, entre otros, un hachazo a los subsidios de la Política Agraria Común (PAC), fundamentales para el sector agrícola español, que atraviesa una grave crisis de rentabilidad.
El proyecto presupuestario amenaza también con importantes rebajas en la partida de fondos regionales, una de las que España sale más beneficiada.
El presidente español consideró que las propuestas del Consejo son "peores para el conjunto de la UE y para España, no solo por la cuantía de las políticas sino por la flexibilidad de cuestiones importantes como las reglas del Estado de Derecho".
Por este motivo, auguró que la negociación en Bruselas será "muy compleja y muy larga" y se alargará "varios días".
"Queda mucho por hacer en el ámbito europeo y de la contribución a España por parte de los presupuestos comunitarios", concluyó Sánchez.
La dificultad de las próximas negociaciones viene agravada por el reciente Brexit, ya que el Reino Unido era uno de los grandes contribuyentes netos a la UE, por lo que su marcha deja un agujero presupuestario valorado en unos 75.000 millones de euros.
España, por su parte, permanece en situación de beneficiaria, por lo que cualquier recorte en estas ayudas lo convierte en uno de los Estados miembros perjudicados, de la mano de Polonia, Portugal y países del Este.