El reciente triunfo del oficialista Partido Conservador en las elecciones del Reino Unido del 13 de diciembre, dejó al Brexit al borde de su aprobación. La nueva holgada mayoría del partido del primer ministro Boris Johnson le permitirá concretar su plan de sacar al país de la Unión Europea (UE) en enero de 2020.
Sin embargo, el proceso no será fácil según explicó a Sputnik la doctora en Relaciones Internacionales Julieta Zelicovich. Es que ni bien el proceso se concrete, el Reino perderá las preferencias arancelarias que el bloque europeo negoció en las últimas dos décadas, lo que lo dejará en un papel más débil frente al resto del mundo.
Esta es la razón por la que una de las nuevas prioridades de Londres a partir del divorcio sea construir su propia red de acuerdos de preferencia, de la que necesita que la UE sea parte. "Con Europa tiene el principal flujo de comercio y allí tendrá que avanzar en redefinir los vínculos", apuntó Zelicovich.
Para la docente, "el proceso será costoso para Reino Unido", puesto que Bruselas continuará con un enfoque que mantiene desde el referéndum que inició el proceso. Se trata de dificultar las condiciones futuras para dar una señal a los países que consideren dejar el grupo.
"Las naciones centrales —hablamos fundamentalmente de Francia y Alemania— lo que buscan es que sea costoso para retener a los países dentro de la UE. Entonces cuanto peor se vea el escenario fuera, más beneficiados se ven quienes contribuyen a fortalecer ese proceso de integración regional", señaló.
"Esa es la forma en que se ha negociado desde el comienzo, con la idea de que sea un mensaje hacia el resto. Inicialmente se hablaba de una eventual posible salida de Italia, y había varios otros. Pero se puso en evidencia que el proceso era complejo y se fueron diluyendo", concluyó.