Un grupo de especialistas llevaron a cabo un experimento en el que dividieron a los voluntarios en dos grupos: uno se alimentó durante cuatro semanas con una guarnición de grano refinado, incluido arroz blanco, y el otro con papas al vapor o al horno, según informa el diario La Vanguardia.
Después de eso, los científicos midieron los marcadores de riesgo cardiometabólico de los participantes en el experimento, incluidos los niveles de glucosa en plasma, insulina sérica, colesterol y presión arterial.
Resultó que aquellos que comieron papas obtuvieron mejores resultados que el grupo que comió guarniciones de grano. El estudio está publicado en el British Journal of Nutrition.