El pánico causado por la propagación de la enfermedad ha generado brotes de racismo y discriminación por todo el mundo. Así, los ciudadanos de la República Popular de China son rechazados y a menudo incluso reciben insultos, tanto en las calles como en las redes sociales.
De hecho, los asiáticos en Francia incluso lanzaron un flashmob con el hashtag #NoSoyUnVirus para compartir historias de casos de racismo y concienciar al público general sobre el problema. Un ejemplo de estos casos son las acciones de los bromistas con mal gusto que incluso pueden causar pánico entre el público general.
Aparte de los problemas sociales, el coronavirus también está teniendo efectos negativos sobre la economía mundial, y especialmente la regional en China. El turismo está paralizado, así como las fábricas, y las compañías chinas se ven obligadas a tomar préstamos.