Libre como el mar
Airoso y complacido. Así se siente Trump ahora que ha logrado quitarse más de una piedra del zapato en su avance hacia la reelección como presidente de EEUU. Para ello tuvo que 'cortar camino' para llegar antes y más liviano de equipaje a la campaña fuerte.
Trump jugó las cartas que tocaban
Lo cierto es que la estocada que los republicanos —pese a un par de senadores díscolos— le dieron al impeachment o juicio político que los demócratas abrieron contra Trump, deja al actual inquilino de la Casa Blanca en una posición ventajosa, incluso puede hacer leña de este nuevo 'fracaso' demócrata para alimentar el fuego de su campaña.
Las paradojas de demócratas y republicanos
Llegados a este punto, Ciafardini apunta que Trump acaba de empezar la campaña directa, pura y dura, por los votos, y ya se ha comenzado a "hablarle directamente a la gente y volviendo a plantear el tema de que en EEUU se puede crecer, y toda esa mística que lo rodeó a Trump y le hizo ganar los votos de sus seguidores".
"Y en el Partido Demócrata podría ganar el candidato que los demócratas no quieren. El establishment demócrata no quiere a Bernie Sanders, sin embargo es el único que está apareciendo con una posibilidad de triunfar en las elecciones. Porque realmente, si Bernie Sanders crece, va a ser el hueso más duro de roer para Trump", concluye el Dr. Mariano Ciafardini.