Se espera que el nuevo motor se instale en drones, aviones ligeros, plataformas robotécnicas y generadores de plantas motrices. Este invento es capaz de funcionar alimentándose de diferentes tipos de combustible, incluido el queroseno, el gas y la gasolina.
Con una cilindrada de 0,4 litros y un módulo estátor de 28 kilógramos, este motor pudo alcanzar esos 120 caballos durante una serie de pruebas. Otros de los tests realizados en una cámara termobárica confirmaron su capacidad para funcionar a temperaturas de entre -63,8°С y 52°С y a una altitud de hasta 10.000 metros.
Para construir este aparato los ingenieros rusos utilizaron materiales metalocerámicos de nueva generación con características físico-mecánicas avanzadas. Además, desarrollaron un sistema electrónico de control sobre el motor y un sistema de alimentación de combustible hecho en Rusia.
"Las empresas más avanzadas en construcción aeronáutica, las especializadas en producir equipos para actividades recreativas y los representantes del Ministerio de Defensa de Rusia ya han mostrado su interés por el proyecto innovador de estos científicos rusos", destacaron en el Fondo de Investigaciones Prometedoras.