La avenida Montevideo, también conocida como el Eje 5 norte de la Ciudad de México, tiene un carril de Metrobús que la parte al medio; así los automóviles deben circulan a ambos lados de éste carril, en ambas direcciones.
Los familiares de Leonel Báez Martínez, de 35 años, Jesús Armando Reyes Escobar, de 30, y Ángel Gerardo Martínez Chaufón, que tenía 20 años el 29 de noviembre de 2019 (cumplió 21 el 24 de diciembre), lograron delimitar un cuadrante preciso donde los muchachos fueron vistos por última vez, que va desde la calle Río Bamba (que atraviesa la avenida Montevideo) hasta la Avenida Insurgentes, dónde Leonel debía recoger su moto del estacionamiento, por la que no llegó esa noche.
Sin embargo, al cumplirse dos meses de esta desaparición masiva en la capital mexicana, las familias reclaman en entrevista con Sputnik que las autoridades no han hecho ninguna de las diligencias para facilitar la búsqueda y localización de sus seres queridos, ni tampoco para investigar y aclarar qué fue lo que sucedió con ellos esa noche.
"De la Fipede [Fiscalía de personas desaparecidas] no hemos tenido respuesta. Ellos quieren que nosotros busquemos y les llevemos a ellos las explicaciones, pero, ¿de qué se trata? si nosotros vamos a hacer su trabajo o ellos van a hacer el trabajo que tienen que hacer", dijo Melecio Báez, padre de Leonel Báez Martínez en entrevista con Sputnik.
Una búsqueda propia
Fueron los compañeros de trabajo quienes avisaron a la familia de Leonel que no había llegado a trabajar al día siguiente —el sábado 30 de noviembre— y que su moto seguía en el estacionamiento desde la mañana del viernes 29. También les dijeron que otro compañero, Jesús, que había salido junto a él del turno el viernes, tampoco había llegado a trabajar el sábado.
"Nos alertaron sus compañeros, nos espantamos y empezamos a movernos. Durante todo el día 30 estuvimos buscando en hospitales y delegaciones [cárceles] esperando encontrarlo, pero no. Ya hasta la noche en que fuimos a la Fipede y nos reunimos con la familia de Jesús, nos enteramos que Ángel también estaba desaparecido", explicó a Sputnik Lourdes Romero, cuñada de Leonel.
Según confirmó su familia, Ángel salió de trabajo antes que Leonel y Jesús, en el turno que terminó a las seis y media de la tarde, pero se entretuvo dos horas en una cervecería de la zona con otros compañeros. Leonel y Jesús salieron de su trabajo en Sanborns juntos, a las nueve y media de la noche. Ambos enviaron selfies a sus familias en esa tarde, desde sus lugares de trabajo, que han permitido identificar cómo iban vestidos.
Aunque el teléfono de Ángel estaba apagado desde la tarde porque funcionaba mal, los del Jesús y Leonel coinciden en la hora de sus últimas conexiones a Whatsapp: 9:45 y 9:50 de la noche del 29 de noviembre. Con esa referencia, las familias consiguieron ubicarlos a esa hora en una grabación, mientras pasan por la esquina de Río Bamba y Montevideo. Entregaron a la autoridad este trabajo de seguimiento.
Por su parte, Gerardo Ramírez, padre de Ángel, señaló: "la carpeta de investigación está llena, pero hay muchas cosas que faltan y que nosotros hubiésemos querido que hicieran. Desde el segundo día de búsqueda, las tres familias ya sabíamos que se podía hacer un perímetro de cámaras desde el punto dónde pueden haber ocurrido los hechos, pero no lo hicieron".
"Como todas las víctimas, tenemos derecho a la investigación y a la verdad y así lo manifestamos, pero las autoridades no dan una respuesta en tiempo como nosotros quisiéramos. Van dos meses y nunca ha habido una búsqueda en campo. Tampoco tenemos manera de verificar que estén realizadas las diligencias que ellos debían haber hecho y que nosotros sí hicimos", agregó.
Una respuesta política
Al pasar una semana sin recibir respuestas del paradero de los jóvenes o alguna acción clara de búsqueda por parte de la autoridad encargada, una de las familias cortó el tránsito de la Avenida 20 de Noviembre a la altura de las oficinas de Gobierno de la Ciudad de México, en protesta por la falta de atención a este caso grave.
Las familias fueron recibidas por la jefa de Gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum; por la fiscal de la Ciudad de México, Ernestina Godoy; y por personal de la Comisión Nacional de Búsqueda y la Comisión de Atención a Víctimas.
"Aunque la fiscal nos ha recibido varias veces y ha dado indicaciones a Fipede, allí no las ejecutan", señalaron los familiares en diálogo con Sputnik.
Las familias refieren que tampoco fueron asesoradas en las primeras horas de búsqueda y que son consideradas claves para dar con el paradero de la persona desaparecida.
Además, agregó: "pero ellos como policías de investigación que estaban ahí, tenían la obligación de pedir el resguardo de esas cámaras, porque ellos tienen el conocimiento de lo que hacen y saben que podrían haber encontrado alguna pista allí que nosotros no pudimos ver esa noche por el shock que traíamos".
Las familias refirieron que la presión que se les pone en la búsqueda es excesiva para personas que no están capacitadas para investigar casos graves como estos. Sin embargo, todos encuentran la manera de cumplir ese mandato a su modo.
"Ahí te refieren que tú eres el familiar, tú conoces a la persona que buscas y tú te debes de fijar si lo ves o no. Pero tú vas a ver las cámaras con la presión de que no sabes dónde está o que está pasando, no sabes nada, estás en shock. Buscarlo allí sin encontrar una evidencia de qué fue lo que pasó, te pone peor", explicó Lourdes Romero a este medio.
Las familias refieren que las reuniones periódicas que tienen con la autoridad que debe investigar el caso (la Fiscalía de personas desaparecidas a cargo del fiscal Willy Zúñiga Castillos, anteriormente en la Fiscalía Antisecuestros de la Ciudad de México) "son cada vez más tensas".
"Les molesta porque preguntamos mucho, pero nuestra idea es que hagan su trabajo y nos expliquen qué es lo que está sucediendo con nuestros muchachos", concluyó Ramírez.
Según el último informe publicado en enero de 2020 por la Comisión Nacional de Búsqueda, México tiene registro de 60.053 personas que han sido desaparecidas a partir del año 2006, cuando el país comenzó una estrategia frontal de combate al crimen organizado, popularmente conocido como "Guerra contra el narco".