Cuando la familia de Karina Domínguez Morales intentó denunciar que la joven no había regresado a casa desde el sábado y que no había dado señales de vida durante los tres días siguientes, les respondieron que tenían que esperar.
"Fuimos a preguntar a la Alcaldía de Cuauhtémoc porque no sabíamos qué hacer y recibimos un desplante. Uno no está preparado para algo así", contaron a Sputnik los familiares de Karina, quien cumplió un mes desaparecida este 30 de agosto.
Coincidentemente, el 30 de agosto es el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, por lo que, este año, la familia de Karina se sumó a las manifestaciones que marcan la fecha.

Según datos oficiales, más de 40.000 personas desaparecieron en México en la última década. Si bien la cifra retrata la peor crisis humanitaria que atraviesa el país, tiene una muy baja visibilidad pública. Y los desaparecidos de la capital, como Karina, tienen menor resonancia aún.
¿Qué enfrenta una familia que busca a una persona desaparecida?
Luego del "desplante" recibido en la sede de la Alcaldía de Cuauhtémoc, en el corazón de Ciudad del México, les indicaron los caminos del trámite para echar a andar la investigación: la familia debía primero denunciar lo sucedido en Locatel (una central de estilo 911 en la capital).
Después, con el número de reporte en manos, había que presentarse ante la Fiscalía Especializada en la Búsqueda de Personas Desaparecidas, conocida como Fipede. Así lo hicieron.
"Una secretaria nos tomó los datos para la denuncia y luego le hablaron a un agente de investigación que asignaron al caso", relató un familiar. Sin embargo, aunque el encargado se puso "a disposición", no inició ninguna acción inmediata de búsqueda. Ni siquiera leyó el reporte de la familia ante la Fipede.
"Cuando regresamos al día siguiente, el agente de investigación nos dijo que Karina estaba con el escuadrón de la muerte", recuerdan.
El escuadrón de la muerte es una expresión mexicana que se usa para denominar a la gente que queda tirada en la calle tras un alto consumo de estupefacientes. Ofendida, la familia preguntó por el origen de tal información que culpa a la víctima por su desaparición y por qué no la buscaban.

Se habían pasado dos semanas sin saber de Karina, cuando, en la siguiente reunión, se reconoció la mala praxis del agente y el juicio de valor de los funcionarios en contra de la víctima. Pero todavía no había acciones claras de búsqueda. Por eso, las iniciaron ellos mismos.
¿Qué se sabe del caso de Karina Domínguez Morales?
Karina había estado ese sábado (27 de julio de 2019) con su hijo adolescente y su suegra en un concierto de Caetano Veloso y Óscar Chávez. Al fin de la tarde, cuando la lluvia de verano amenazaba sobre la capital, se retiraron juntos, pero Karina decidió ir a verse con unos amigos en el Chopo, un mercado contracultural en la colonia Guerrero, a menos de dos kilómetros de su casa.
El último mensaje que recibieron de ella fue a las 6:00 de la mañana siguiente, cuando su teléfono dejó de funcionar. Como sería de esperarse, sus familiares recorrieron la zona, preguntaron a los vecinos y en los comercios, mapearon las cámaras de seguridad ciudadana de las que debían recogerse las imágenes.
Mientras tanto, la Fiscalía tiene varias acciones pendientes: no ha obtenido el registro de llamadas del teléfono de Karina, ni de sus tarjetas de crédito, mucho menos han emitido el oficio que permita geolocalizar su celular.

"Luego, las autoridades pasaron a una forma más sutil de seguir haciendo caso omiso de la desaparición de Karina, quien por sus gustos y su forma de vivir ha sido denostada", lamentaron los familiares.
"Quieren señalarla como si ella estuviera en situación de calle y no es cierto. Es una persona solidaria, que hacía trabajo comunitario en la colonia y por eso es muy conocida por todos. Además, sería incapaz de dejar a su hijo de esa manera, pero ellos quieren hacer ver que ella quería desaparecer", agregaron.
La historia se repite
Para Patricia Manzanares, una de las mujeres que convocó a la clausura simbólica de la Comisión Nacional de Búsqueda este 30 de agosto y la madre de Juan Hernández, quien desapareció en 2011, es importante que el Estado priorice casos como el de Karina, que son muy recientes, para poner en marcha mecanismos de búsqueda en vida de la persona desaparecida.
En diálogo con Sputnik, tanto Manzanares como Teresa Vera, quien busca a su hermana Minerva Vera, desaparecida desde 2006, manifestaron la escasa atención recibida de la Comisión y alertaron de su falta de avances. Lo que más les preocupa es el anuncio de que se certificará a personas no expertas para buscar víctimas en las fosas clandestinas.
"Para eso fue creada la Comisión de Búsqueda, que si no tiene capacidad técnica en el país, debería pedir ayuda internacional. Las familias queremos peritos expertos haciendo esta tarea", expresaron.

"Nosotros hemos aprendido a buscar por necesidad, pero no somos los expertos y no debemos hacernos cargo de este trabajo", sostuvo Manzanares.
El relato de la desidia con que la autoridad atiende sus casos fue unánime entre la decena de mujeres que contaron sus historias de angustia a Sputnik durante la manifestación frente al organismo. Cuando se le preguntó a la familia de Karina por qué creen que la Justicia no busca a los desaparecidos en México, su respuesta fue clara y contundente: "por miedo".
"No han tomado en cuenta información que hemos presentado porque nos dicen que van a explotar lo que tienen ahorita, pero no sabemos qué están haciendo. Creemos que hay una sensibilidad de las familias a la que tendrían que escuchar", concluyó uno de sus hermanos.