"No aprieten la mano a nadie, el contagio es letal. Usen el saludo romano, antiviral y antimicrobiano", escribió La Russa.
Después de darse cuenta de la metedura de pata, el vicepresidente del Senado eliminó el mensaje y atribuyó la culpa a uno de sus colaboradores, pero no logró salvarse de duras críticas de parte de sus colegas.
Después de 1922, Mussolini instruyó al Partido Nacional Fascista de Italia para exigir que el saludo romano fuera utilizado obligatoriamente por sus seguidores y luego por toda la población italiana en señal de adhesión al régimen. El 'saludo romano' sirvió entonces como modelo para el saludo nazi usado posteriormente por Adolf Hitler y sus seguidores en Alemania
Con el pasar de los años, el saludo romano sirvió como modelo para el saludo nazi usado por Adolf Hitler en Alemania y se difundió en varios partidos de la extrema derecha, incluida la Falange española.
Al terminar la Segunda Guerra mundial, fue prohibido en Italia a nivel legal y quedó fuertemente asociado con las ideas del fascismo y del nazismo, por lo cual su utilización fue rechazada en casi todo el mundo.
Actualmente, el que use el saludo romano para "ejercer manifestaciones externas de carácter fascista" corre el riesgo de incurrir en una multa de 200 a 500 euros y de pasar entre seis meses y dos años en la cárcel.
Sin embargo, en febrero de 2018 la Corte de Casación sentenció que el saludo romano no constituye un delito si se hace como "acto conmemorativo".