"En respuesta a los ataques del enemigo, las fuerzas aéreas realizaron operaciones de escala para atacar instalaciones de Saudi Aramco (...) y aeropuertos en Jizán y Abha, así como la base militar saudí en Khamis Mushait y blancos sensibles en el territorio saudí con numerosos misiles y drones", dice el comunicado de los hutíes publicado en Telegram.
Las instalaciones de Saudi Aramco en Arabia Saudí ya fueron atacados el año pasado, entonces la responsabilidad por los ataques la tomaron los hutíes. Los ataques causaron la caída de la producción petrolera en el país.
Yemen vive desde 2014 un conflicto armado entre los partidarios del presidente legítimo, Abdo Rabu Mansur Hadi, y los rebeldes hutíes del movimiento chií Ansar Alá.
En marzo de 2015 intervino en el conflicto, del lado de Hadi, una coalición militar suní encabezada por Arabia Saudí, que incluye a los Emiratos Árabes Unidos y otros países árabes.
A finales de 2018, los bandos del conflicto celebraron negociaciones en Estocolmo bajo los auspicios de la ONU, se comprometieron a cesar el fuego, retirar las tropas del puerto de Al Hudaida, establecer un mecanismo para el canje de presos y evitar la escalada de hostilidades, sin que estos acuerdos hayan puesto fin a la violencia hasta la fecha.
