Los autógrafos más caros del mundo se firmaron hace unos días en Bruselas y Londres. Con nocturnidad en la ciudad continental, y con jolgorio desatado en la orbe insular, los máximos responsables de este matrimonio de conveniencia alumbraron la señal de final del trayecto a la que arribarán este viernes 31 de enero.
Se veía venir
"Obviamente mucha gente está horrorizada [con el Brexit], pero uno tiene que ir atrás a ver la historia sobre qué ha sido la Gran Bretaña en lo interno de la Unión Europea, y realmente fue el elemento discordante siempre", sentencia el Dr. en Geopolítica Rolando Dromundo.
La fuente de información más cercana del lado británico sobre el anuncio de la firma del acuerdo fue su propio primer ministro quien echó mano a su cuenta de Twitter: "Hoy he firmado el Acuerdo de Retirada para que el Reino Unido abandone la UE el 31 de enero, en honor al mandato democrático del pueblo británico. Esta firma anuncia un nuevo capítulo en la historia de nuestra nación".
Today I have signed the Withdrawal Agreement for the UK to leave the EU on January 31st, honouring the democratic mandate of the British people.
— Boris Johnson (@BorisJohnson) January 24, 2020
This signature heralds a new chapter in our nation’s history. pic.twitter.com/IaGTeeL2is
El entusiasmo de BoJo contrastó con una comunicación y una imagen mucho más austera de su contraparte, protagonizadas por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. "Charles Michel y yo acabamos de firmar el Acuerdo sobre la retirada del Reino Unido de la UE, abriendo el camino para su ratificación por el Parlamento Europeo", tuiteó escueta la alemana.
.@eucopresident Charles Michel and I have just signed the Agreement on the Withdrawal of the UK from the EU, opening the way for its ratification by the European Parliament. pic.twitter.com/rEqnUnJA2E
— Ursula von der Leyen (@vonderleyen) January 24, 2020
Lo que sigue antes de llegar a la bifurcación de caminos que les llevará por distintos derroteros, es atar unos pocos flecos sueltos del lado continental: el miércoles la votación por parte del Parlamento Europeo, que se resuelve con mayoría simple; y el jueves las firmas de los jefes de Estado y de Gobierno, quienes no necesitarán desplazarse a Bruselas para hacerlo: lo harán desde donde se encuentren y sólo se necesitará una mayoría cualificada.
¿Quién paga los platos rotos?
Como siempre pasa en estos casos, al final quienes terminan pagando las consecuencias de las decisiones de los dirigentes, termina siendo la gente de a pie, y los ciudadanos británicos no serán la excepción.
"Boris Johnson representa un proyecto ligado a las élites económicas de la Gran Bretaña y que no está muy interesado en un Brexit que permita una transición moderada, ayudando o subsidiando a la gente que más pudiera sentir los efectos. Esa no es la intención. Él va a responder a las élites económicas que fueron quienes le dieron el apoyo político y le ayudaron a ser elegido, y eso puede ser grave", sentencia el Dr. Rolando Dromundo.