"Si nos quieren hacer felices en la cárcel, no repitan episodios como los de ayer [el 27 de enero]. Todavía están a tiempo", trasladó a las formaciones independentistas el antiguo miembro del Gobierno de Carles Puigdemont, que cumple una condena de 12 años de prisión por su papel en el proceso secesionista catalán.
El exconsejero Jordi Turull se refirió así a las escenas de tensión e intercambios verbales que las formaciones catalanas protagonizaron durante la sesión parlamentaria del 27 de enero.
En su intervención tras salir de la cárcel para asistir a una comisión de la Cámara catalana, el antiguo responsable de Presidencia pidió que este tipo de discrepancias se discutan "detrás de las puertas" y no en el hemiciclo del Parlamento.
"Soy de los que dice que la ropa sucia se lava en casa, y creo que la gente nos exige unidad" trasladó el exmiembro del Ejecutivo de Carles Puigdemont a los dos partidos que actualmente gobiernan Cataluña en coalición.
También explicó que tanto él como el resto de los políticos independentistas presos ven "con tristeza desde su celda" este tipo de disputas.
Se trata de un toque de atención por parte de los líderes del movimiento independentista, que desde prisión ven peligrar la continuidad del Gobierno de coalición capitaneado por Quim Torra y buscan evitar un avance electoral que profundice la fractura del soberanismo catalán.
"Es demasiado lo que hay en juego para nosotros y las futuras generaciones. No tenemos espacio para la resignación, la renuncia, al contrario, aunque suponga sacrificios para algunos, las futuras generaciones nos lo agradecerán", afirmó Turull.
El líder independentista terminó pidiendo a las fuerzas políticas "persistir para culminar de forma pacífica" el proceso de autodeterminación de Cataluña.
Para ello, será "más necesario que nunca recuperar el espíritu de unidad, de lealtad y de confianza", concluyó Turull.