"Después del 18 de octubre [de 2019], pasamos de 2 millones de usuarios únicos a casi 5 millones en la cifra de octubre y noviembre. Entonces fue un enorme crecimiento", relata a Sputnik Francisca Quiroga, directora del diario digital El Desconcierto.
En Chile, a partir de la revuelta social, los medios alternativos digitales también experimentaron una revolución en sus audiencias. Diarios como El Desconcierto, Primera Línea, el proyecto Archivo y Memoria Audiovisual (AMA) o Prensa OPAL son ejemplos de cómo las personas los han preferido para informarse sobre lo que ocurre en el país suramericano.
"Se torna imprescindible la presencia activa de medios y plataformas de comunicación independientes y pluralistas capaces de informar verazmente a crecientes audiencias, de manera de contrarrestar el sesgo informativo en defensa del modelo de los medios de masas pertenecientes a grandes grupos económicos", dice el texto.
Este compromiso, en palabras de su directora, tuvo un reconocimiento muy fuerte a partir del 2018 con el movimiento feminista. "Yo creo que entender el 8 de marzo del 2019 y también la lucha del feminismo para nosotros, como medio, también fue un crecimiento muy fuerte a partir de mayo 2018, porque consolidamos a nuestra comunidad con el debate sobre el poder, la violencia contra la mujer, la discusión sobre el derecho y el modelo neoliberal. Ahí está la discusión del neoliberalismo en ese debate político".
De la misma forma en que crecieron sus seguidores también lo hicieron sus colaboradores. Hoy cuentan con un equipo multidisciplinario donde trabajan abogados, periodistas, diseñadores gráficos, publicistas, y fotógrafos, todos de forma voluntaria, en busca de contribuir a una mayor pluralidad en la información.
Plataformas audiovisuales alternativas
Con presencia en YouTube y Twitter, se plantean como un aporte audiovisual al retrato de la sociedad chilena y latinoamericana. Gianco Raglianti, fotógrafo y miembro de Prensa Opal, explicó a Spuntnik que reciben mucho material de ciudadanos y ciudadanas que cubren la contingencia.
"En cuanto a los usuarios, hemos crecido exponencialmente a más 700 mil usuarios directos, más las citas y republicaciones de lo cual no tenemos cifras precisas. Y por otro lado, un crecimiento de colaboradores, que es el mismo pueblo, que nos envía material para que lo publiquemos, que muchas veces no somos capaces de difundir, ha sido impresionante", detalla.
Y agrega, "lo que nos preocupamos sí, por cierto, es de contrastar las fuentes, pero siempre, vuelvo a insistir, desde una posición y una trinchera clara. No nos interesa estar publicando cosas que no 'pertenezcan' a este lugar. Por lo tanto, contrastamos fuentes, verificamos y hacemos seguimiento".
Las víctimas en primer plano
Entre los medios de información alternativos, el Proyecto A.M.A., Archivo de Memoria Audiovisual constituye un ejemplo interesante de trabajo periodístico independiente surgido a partir del estallido social. Contempla una cartografía que permite al usuario localizar el lugar exacto donde se cometió el acto de violencia, para generar así un archivo territorial y testimonial que pretende ser determinante.
Mediante la recopilación de videos y narraciones en primera persona "busca poner voz y rostro a los protagonistas de dichos registros de violencia militar, policial y civil, que se han difundido durante el octubre rojo chileno", señala su página web.
"En un principio nosotros pensamos: ¿Y si hacemos un repositorio donde vamos guardando, acumulando estas imágenes? Pero a poco andar esto se empezó a hacer ya. Nos dimos cuenta además que, si no tenía una mirada periodística, si no tenía una mirada editorial iba a ser como el 'blog del narco' en el fondo. Una exposición de la violencia por la violencia. Bueno y también era parte del desafío nuestro ponerle una mirada periodística a lo que estaba sucediendo", cuenta en diálogo con Sputnik Claudio Pizarro, uno de los fundadores de Proyecto A.M.A.
Informar e influir
En el escenario actual, estos medios se presentan como alternativa a los canales tradicionales de información, teniendo una postura clara frente a la contingencia e informando, ya no desde una pretensión de lo imparcial, sino desde la realidad.
Al respecto, Francisca Quiroga hizo énfasis en que el objetivo es influir en la esfera informativa nacional: "Influir para mí es algo fundamental y creo que, como medio de comunicación con un compromiso en lo social, lo político, tenemos que generar capacidades para llegar a más, más y más personas".
Para Pizarro influir es también su desafío y tratar de unir voces, "la contribución de estos medios es precisamente tratar de abrir diálogos, generar nuevas plataformas para que la gente pueda tener un acceso complementario y pueda ver y entender otras realidades. Creo que hay que estar en un lugar y hay que tener un punto de vista y una mirada clara de respecto a lo que está sucediendo".
"Evidentemente que la intención también es influenciar. Ahora nuestra aspiración es influenciar la pregunta, que surja la pregunta, que surjan las diversas preguntas. Nos interesa por cierto plantearnos y cuestionar cosas de fondo. Cuestionar lo que estamos viviendo, cómo lo estamos viviendo, cómo opera cada uno de los actores políticos sociales. Cuestionar la democracia", declara Raglianti,
Medios alternativos y derechos humanos
Tres de estos cuatro medios alternativos se dieron cita en el Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, en una conversación abierta junto a la directora ejecutiva de Fundación Wikimedia, Katherine Maher, para dialogar sobre derechos humanos en contextos de crisis y el rol de los medios y plataformas digitales en estos procesos.
"Ha tenido un rol que es el opuesto a bloquear el acceso a la información, ocultar información a la población. Muy por el contrario, ha permitido identificar, registrar y vigilar los accesos a los defensores de los derechos humanos", sentenció la directora ejecutiva.