"Durante el encuentro [los presidentes] abordaron la presencia y la reducción del número de militares extranjeros en el país, así como [destacaron] la importancia de cumplir con las exigencias del pueblo iraquí de preservar la soberanía nacional y garantizar la seguridad y la estabilidad", dice el comunicado publicado por la oficina del mandatario iraquí.
El 5 de enero, el Parlamento iraquí aprobó por mayoría de votos la retirada de las tropas extranjeras y se pronunció a favor de poner fin a la cooperación con las fuerzas de la coalición internacional contra el grupo terrorista ISIS (autoproclamado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países).
La medida se tomó después de que EEUU asesinara al general iraní Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, en un ataque aéreo perpetrado en Bagdad el 3 de enero, sin autorización de las autoridades iraquíes.
El Gobierno iraquí catalogó ese ataque como una violación de las condiciones del despliegue de las fuerzas estadounidenses en el país.
El diario Wall Street Journal, por su parte, comunicó la semana pasada que la Administración Trump está preparando una posible reducción de la asistencia militar a Irak en 250 millones de dólares en caso de que el Gobierno iraquí expulse a las tropas estadounidenses.