Las cifras recogidas por Oxfam en base a datos recopilados por la revista Forbes y el banco Crédit Suisse en el 2019, revelan que los 2.153 multimillonarios más ricos poseen más capital que lo que pueden acumular 4.600 millones de los más pobres del planeta.
El número de milmillonarios en el mundo se ha duplicado en la última década. La peor situación se percibe en América Latina y el Caribe, donde los miembros del club de élite han incrementado de 27 a 104 desde el año 2000, en grave contraste con la pobreza extrema que también está en aumento. En 2019, 66 millones de personas, es decir, un 10,7% de la población vivía en extrema pobreza, de acuerdo a datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
El informe de Oxfam pone de manifiesto que los Gobiernos aplican unos impuestos extremadamente bajos a las personas y empresas más ricas y por lo tanto no obtienen ingresos suficientes para ayudar a aliviar la responsabilidad del trabajo de cuidados que recae sobre las mujeres y a combatir la pobreza y la desigualdad.
"La brecha entre ricos y pobres no puede eliminarse sin la adopción de políticas contra la desigualdad. Pero muy pocos Gobiernos se han comprometido a adoptarlas", señala al respecto Amitabh Behar, director ejecutivo de Oxfam India.
Las mujeres más afectadas que los hombres
El estudio revela, además, que las más afectadas por esta colosal desproporción son las mujeres. Y es que, según el informe publicado, el 42% de las mujeres en el mundo no pueden tener un trabajo remunerado por la carga demasiado importante de trabajo de cuidados en el ámbito privado o familiar, frente a solamente el 6% de los hombres.
"Las mujeres y niñas son uno de los grupos que menos se benefician del sistema económico actual. Dedican miles de millones de horas a cocinar, limpiar y cuidar de los niños y niñas y las personas mayores. El trabajo de cuidados es el 'motor oculto' que mantiene en funcionamiento nuestras economías, empresas y sociedades", denuncia el documento.
El informe de Oxfam subraya que el trabajo menos remunerado recae principalmente sobre las mujeres, por lo que, a menudo, apenas tienen tiempo para recibir una educación, ganar un salario digno o participar en la toma de decisiones en la sociedad. "Esto las atrapa en la parte más baja de la pirámide económica", añade Behar. Las mujeres también constituyen dos terceras partes de la mano de obra que se ocupa del trabajo de cuidados remunerado.
En América Latina y el Caribe, aun cuando las mujeres logran conseguir y mantener un empleo, es en condiciones precarias: el 49% de las mujeres empleadas en la región gana menos del salario mínimo mensual correspondiente a su país. Empleos como el de enfermera, trabajadora del hogar o cuidadora a menudo están mal remunerados, proporcionan escasos beneficios y conllevan un horario irregular.