"Los más vulnerables son los pingüinos que establecen sus colonias en las islas pequeñas situadas alrededor de la Antártida. Cualquier cambio en el hábitat, incluido el climático, puede provocar la disminución crítica de su población", señaló a Sputnik en el Día Mundial del Pingüino que se celebra el 20 de enero.
Afrontan el mayor peligro los pingüinos de la especie Pygoscelis que habitan en el océano Austral, en las islas subantárticas como las Malvinas (Falkland) y las Kerguelen.
"El calentamiento global producirá también el impacto indirecto, por ejemplo, las especies a que no hace daño el aumento del promedio anual de la temperatura pueden quedar afectadas por el cambio del régimen de las precipitaciones, el empobrecimiento de la base alimentaria o debido a las ventajas que obtengan sus rivales más adaptados al calor", explicó el científico.
La captura excesiva del pescado y de cefalópodos, que son la comida principal de los pingüinos, también puede empeorar sus perspectivas de sobrevivir, agregó.
"La vida de estas aves marinas no voladoras a gran distancia del medio en que habitan los seres humanos garantizó a la mayoría de sus especies una existencia relativamente tranquila. Hasta ahora se conoce solo un caso en que la persecución por el hombre y por los mamíferos que éste trajo consigo provocó la extinción total de una especie de los pingüinos. Eso sucedió entre los siglos XV y XVII en las islas Chatham de Nueva Zelanda, tras su colonización por los polinesios moriori allí desapareció la especie Eudyptes chathamensis", refirió.
"Según datos de las expediciones de 2019, su número en la Isla de los Pingüinos se redujo el 75% durante los últimos 40 años. Desaparece el kril, que es el alimento principal de los pingüinos. La actividad económica en la Antártida y el océano Austral presenta peligro para el sistema ecológico, por lo cual la ASOC insiste en que el 35% del océano Austral reciba el estatus de espacio vedado", señaló la experta.