El 13 de enero, la entidad convocó una reunión del grupo de trabajo encargado de los vuelos de aerolíneas rusas en Oriente Medio, en el contexto del reciente derribo del avión ucraniano cerca de Teherán.
"Las aerolíneas rusas continúan utilizando el espacio aéreo de Irán con las precauciones recomendadas por Rosaviatsia, incluido el ajuste de rutas y horarios de vuelos", dice el comunicado del ente.
Agrega que "las tripulaciones de aviones de las aerolíneas rusas no ven características negativas en el funcionamiento de los servicios de tráfico aéreo de Irán".
"Los participantes de la reunión destacaron que las medidas tomadas actualmente son suficientes para garantizar la seguridad de los vuelos en el espacio aéreo de Irán", añade la nota.
La entidad rusa subraya que continuará vigilando la situación y en caso de necesidad elaborará recomendaciones de seguridad adicionales.
La semana pasada, Rosaviatsia recomendó a las compañías aéreas tomar medidas de seguridad adicionales para los vuelos con destino a Oriente Medio, en particular, elegir rutas más seguras y evaluar la disposición de los tripulantes a enfrentar las eventuales amenazas.
También se destacó la importancia de tener en estado operativo los equipos a bordo y las luces exteriores para facilitar la identificación de la aeronave.
Todos sus 176 ocupantes, entre ellos nacionales de Irán, Ucrania, Afganistán, Alemania, Canadá, el Reino Unido y Suecia, fallecieron.
Tres días después de la catástrofe, el Estado Mayor iraní admitió que el avión ucraniano con 176 ocupantes fue derribado por error por un misil después de ser identificado como un blanco enemigo tras acercarse demasiado a una importante instalación militar.
El presidente de la República Islámica, Hasán Rohaní, trasladó sus condolencias a las familias de los fallecidos en el accidente aéreo y urgió castigar a los responsables de la catástrofe.