La idea de que los platillos voladores pudieran existir realmente se hizo muy popular a finales de los años 70. Llegó el momento en que el tema fue discutido en una reunión de la ONU, según el periódico.
Sin embargo, se temía que una postura tan firme pudiera ofender a los votantes que creían en las civilizaciones extraterrestres.
"Existe la tentación de evitar una respuesta clara sobre los ovnis por la idea de que algún día podríamos entrar en contacto con los habitantes de planetas lejanos. Sin embargo, nada indica que la ufología sea más que una idea absurda, y no hay evidencia de alguna nave espacial alienígena", se afirmaba en una nota en 1979.
Se asociaba la popularidad de los extraterrestres con el éxito de la película de Stephen Spielberg, ganadora del Óscar, Close Third Class Contacts (Encuentros cercanos del tercer tipo).
Según los funcionarios, el tema de los ovnis puede haber sido confuso o incluso perturbador para las personas "menos inteligentes". Por lo tanto, pidieron al Gobierno de entonces que adoptara una postura más clara e inflexible sobre este tema.
Sin embargo, el ministro de Aviación James Wellbeloved creía que la condena pública a los ovnis dividiría a la sociedad.
Pidió que cualquier declaración pública se suavizara para no "degradar indebidamente a los creyentes en los extraterrestres".