"Viví en Europa 20 años y nunca me había dado cuenta cómo aquí parece que solo valoran las cosas cuando ocurren allá. Me parece que es injusto", afirmó la investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Se refería a la cuarta cumbre de la ONU sobre temas de género realizada en China en 1995. La Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, votada unánimente por 189 países, establece una serie de objetivos estratégicos y medidas para el progreso de las mujeres y el logro de la igualdad de género en 12 esferas cruciales.
"Me parece injusto que ahora lo vean cuando ocurre en otros contextos. No digo que no me parece buenísimo que haya mujeres en el Banco Mundial, en Finlandia, Nueva Zelanda, Alemania. Me parece fantástico", enfatizó la integrante de la red de Politólogas No sin Mujeres.
Balance 2019
Con la elección el 8 de diciembre de la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, de 34 años, la más joven del mundo en ese cargo, Europa cerró un año en que las mujeres parecieron ganar espacios de poder relevantes.
Otro hito fue el nombramiento de la alemana Ursula Von der Leyen como la primera presidenta de la Comisión de la Unión Europea, que a su vez derivó en el Ejecutivo más balanceado en materia de género de la historia.
Por otro lado, la presidencia del Banco Central Europeo pasó a Christine Lagarde, quien dejó su sillón del Fondo Monetario Internacional a la excomisaria europea Kristalina Georgieva.
En el mundo son 14 los países que poseen una jefa de Estado. "Muchas de ellas son como súper mujeres y han tenido que masculinizarse para acceder a cargos", apuntó Freidenberg, al comentar que entre esos 14 países no hay ninguno latinoamericano, ya que tras la salida de Michelle Bachelet del Gobierno de Chile en 2018 la región se quedó sin presidentas.
¿Invisible a los ojos?
"Pareciera que tenemos las credenciales para ser vices pero todavía les cuesta pensarnos como líderes en estas sociedades que todavía son machistas, excluyentes y retrogradas", señaló.
"Pero no es que están ausentes y en algunos países de la región son liderazgos muy importantes. Como el de Margarita Cedeño en República Dominicana o Epsy Campbell en Costa Rica, que además de ser mujer es afrodescendiente y tiene toda una trayectoria feminista", aclaró la doctora.
La experta propuso poner la mirada "sobre la transformación que estamos haciendo en América Latina, de sentido, esta revolución silenciosa pero efectiva de cambio de paradigma, donde participamos todas y muchos todos, casi todos los todes".
Explicó que de acuerdo con las estadísticas "América Latina ha incrementado su participación descriptiva, esto que se está viendo en Europa, en las últimas tres décadas de manera sustantiva".
"Si va a los datos de la CEPAL del Observatorio de Igualdad de Género, encontramos que en la década de los 90 había solo 9 % de mujeres legisladoras en los congresos nacionales. Y si hoy calculas sobre 17 países, 30 % es de representación es femenina".
Juventud, divino tesoro
Finalmente Freidenberg destacó que se ve un liderazgo muy interesante en los jóvenes en general y las mujeres en particular en los movimientos sociales que recorrieron la región en 2019.
Como ejemplo mencionó lo ocurrido "en Guatemala 2015, con la movilización de jóvenes contra la corrupción. Hoy por hoy en Colombia llamado la atención sobre modelo económico y la necesidad de redistribución".
También destacó que en Chile "las mujeres están poniendo en discusión décadas de una manera de ver las cosas que no nos incluye ni representa", mientras que en Argentina resaltó "toda la discusión sobre la capacidad de las mujeres para decidir sobre su cuerpo".
"Me parece que hay diferentes maneras que reflejan la participación creciente de mujeres en la política: algunas más institucionales como la de Marin en Finlandia, unas más mediáticas como las vinculadas al cambio climático y otras más en las calles estableciendo esto de los derechos", concluyó.