"En el caso de Bolivia va a estar informando constantemente el secretario de relaciones exteriores, la instrucción que tiene es que se haga valer el derecho de asilo, que no podemos nosotros flaquear en este asunto de darle protección a los perseguidos políticos que están nuestra Embajada", afirmó el mandatario en una conferencia de prensa matutina.
"Si nosotros los entregamos, estaríamos acabando con el derecho de asilo que para México es sagrado, es parte del derecho internacional, pero en caso de nuestro país, siempre, hasta en circunstancias más difíciles, se ha hecho valer. Es un asunto de principios, no vamos a caer en ninguna provocación, es defender nuestros principios de política exterior", agregó.
Consideró que la exembajadora de México en Bolivia, María Teresa Mercado, hizo un "papel destacadísimo".
"La reconocemos mucho, una diplomática de primer orden que actuó con inteligencia y firmeza, seguramente la Secretaría de Relaciones Exteriores va a saber reconocer su trabajo, valorar su trabajo, yo como presidente estoy muy orgulloso del desempeño que tuvo", expresó.
Mercado partió el 31 de diciembre de retorno a su país, al día siguiente de que La Paz la declarara persona no grata y le diera plazo de 72 horas para dejar la nación sudamericana, reportaron medios locales.
En la Embajada mexicana en La Paz están refugiados varios miembros del pasado gobierno de Morales, entre ellos el exministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, a quien la administración de Áñez acusa de sedición y terrorismo.
La canciller Karen Longaric ha dicho reiteradamente que Bolivia no dará salvoconductos a esos refugiados para que se acojan al asilo en México.
Los gobiernos de México y España rechazaron esa denuncia y la Unión Europea consideró a las expulsiones como una "medida extrema e inamistosa".
El Gobierno de Áñez, instalado por autoproclamación el 12 de noviembre tras la renuncia forzada de Morales, tiene la misión principal de presidir nuevas elecciones generales en Bolivia.