"Debido a amenazas de enjuiciamiento penal por parte de las autoridades estonias, en virtud de un artículo que prevé hasta 5 años de prisión, los empleados de Sputnik Estonia se vieron obligados a rescindir la relación laboral con la redacción a partir del 1 de enero de 2020", indica el documento.
"No consideramos posible poner en riesgo la libertad de las personas", subraya la nota.
Para el grupo mediático ruso, "las acciones del régimen estonio" representan una "persecución abierta" de los periodistas, "un ejemplo de totalitarismo y una burda violación de la libertad de expresión".
"Tomaremos todas las medidas legales y de otro tipo necesarias para que los periodistas de Sputnik puedan trabajar sin temor a ser enjuiciados", subraya el comunicado.
El medio aseguró que en el futuro la página web de Sputnik Estonia seguirá funcionando, pero para su total recuperación se necesita cierto tiempo.
Rossiya Segodnya informó previamente que los empleados de Sputnik en Estonia recibieron cartas de la Policía y la Guardia de Fronteras del país báltico con amenazas directas de iniciar un proceso penal en su contra si no dejaban de trabajar para el medio antes del 1 de enero de 2020.
Por su parte, el representante de la OSCE para la libertad de prensa, Harlem Désir, destacó que Sputnik no se encuentra en la lista de empresas rusas sancionadas por el bloque comunitario e instó a las autoridades estonias a que se abstengan de imponer restricciones innecesarias en el trabajo de los periodistas extranjeros.
El presidente ruso, Vladímir Putin, calificó el acoso a Sputnik Estonia como "una manifestación de cinismo", y la Cancillería rusa catalogó lo ocurrido de "persecución inaceptable".
La jefa del Senado ruso, Valentina Matvienko, prometió una respuesta "adecuada y severa" si Tallin no cesa su intimidación.