"El Ministerio de Relaciones Exteriores analiza la separación de Bolivia de la CELAC debido a (...) la decisión del Gobierno de México de desconocer las atribuciones de la Presidencia Pro Témpore que ocupa Bolivia en CELAC durante el 2019", dijo la Cancillería en un comunicado.
En esa línea, el Gobierno de facto se acercó a Estados Unidos, anunció el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Israel y enfrió sus vínculos con Rusia y China.
La ruptura con la CELAC —un organismo regional sin Estados Unidos, creado en 2010 por iniciativa del fallecido líder venezolano Hugo Chávez en oposición a la Organización de Estados Americanos (OEA)— apuntaba a afianzar el nuevo alineamiento internacional de Bolivia.
Morales, quien permaneció asilado en México las tres semanas siguientes a su renuncia del 10 de noviembre, tuvo en ese país una acogida oficial que le permitió continuar en actividad política, en contradicción "con los principios fundamentales del instituto del asilo", afirmó el comunicado.
A fines de noviembre, la canciller Karen Longaric advirtió que había "una situación incómoda" por la acogida de la Embajada mexicana en La Paz a varios altos miembros del pasado Gobierno a quienes la actual administración decidió no otorgar salvoconductos.
El comunicado de este 23 de diciembre señaló, sobre la situación de la CELAC, que México estaba convocando a reuniones para organizar el inicio de su gestión en la Presidencia Pro Témpore de ese grupo, cuando todavía estaría vigente la de Bolivia.
"Bolivia no participará del inicio de la próxima Presidencia Pro Témpore de CELAC que será asumida por México por vulnerar los procedimientos institucionales e intentar establecer una agenda propia", añadió.
El Gobierno de Morales se había mantenido al margen del Grupo de Lima, por considerarlo manipulado por Washington y fue un firme aliado de Maduro, impulsando iniciativas de diálogo entre venezolanos junto con México, Uruguay y otros países.