"Los autores de la petición no presentaron en los autos indicios mínimos de ocurrencia de ilícito criminal (…) así, habiéndose manifestado el Ministerio Público por el no reconocimiento de la petición, claramente en razón de ausencia de esos indicios, determino el archivo", dice la decisión del juez Alexandre de Moraes, según adelantó el portal de noticias G1.
Los pedidos se basaban en informaciones reveladas por la cadena de televisión Globo referentes al testimonio que ofreció a los investigadores uno de los porteros de la urbanización de la familia Bolsonaro.
En la declaración, el portero afirmó que el 14 de marzo de 2018, día del asesinato de Franco, uno de los acusados del crimen, Élcio de Queiroz, entró en la urbanización diciendo que iba a la casa 58, la del entonces diputado Jair Bolsonaro.
Al final, Queiroz entró en la urbanización pero no fue a la casa del ahora presidente, que en realidad ese día no estaba en Río, sino en Brasilia.
Después de esas acusaciones iniciales, el portero ofreció otra versión a la Policía Federal, diciendo que estaba nervioso y que se equivocó al citar al presidente y al anotar su número de casa.
A finales de noviembre, el procurador general de la República, Augusto Aras, se manifestó contra las peticiones de investigación del presidente y de Carlos Bolsonaro.
Franco pertenecía al izquierdista Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y era una destacada líder en defensa de los derechos humanos, especialmente de las mujeres, negros, el colectivo LGTBI y vecinos de favelas y periferias.
Fue asesinada en el centro de Río, con varios disparos, y también murió el conductor del vehículo en el que viajaba, Anderson Gomes.
Los autores materiales del crimen (Élcio de Queiroz y Ronnie Lessa) están presos desde marzo de 2019, pero aún no se sabe quién mandó matar a Franco y por qué.