"A largo plazo Rusia tiene el potencial de incrementar la producción hasta más de 600 millones de toneladas al año, principalmente debido al aumento del factor de recuperación de petróleo y la explotación de reservas difícilmente extraíbles", dice el pronóstico presentado por el vicepresidente de la compañía para el desarrollo estratégico, Leonid Fedún.
El informe afirma que Rusia seguirá siendo parte del acuerdo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus socios independientes durante mucho tiempo y continuará coordinando sus actividades con otros países productores de crudo.
"Rusia, a diferencia de Arabia Saudí, no tiene capacidades de producción disponibles que puedan gestionarse con rapidez, por lo que la implementación por parte de Rusia de las decisiones de la OPEP+ sobre las modificaciones en la producción se extiende en el tiempo", señala el documento.
La cantidad actual de yacimientos permite a Rusia no solo reducir la producción, sino también aumentarla si fuese necesario, añade el informe.