La Cámara de Representantes y la Administración Trump han trabajado durante más de un año para poder resolver los puntos que preocupaba al Partido Demócrata acerca de los estándares medioambientales y laborales previstos en el documento.
Tras este anuncio, los representantes de México, EEUU y Canadá sellaron el 10 de diciembre el acuerdo final que espera su ratificación en los Parlamentos de los tres países.
A continuación puedes conocer los cambios que se han hecho en el texto de este documento.
Cumplimiento de normas laborales
Uno de los principales problemas en el documento inicial estaba relacionado con el ámbito laboral. En particular, a las empresas y a los sindicatos estadounidenses les preocupaba la posibilidad de que el T-MEC los pondría en una desventaja frente a sus rivales mexicanos a causa de la aplicación de reglas más laxas por parte de México en la esfera laboral.
Las consultas llevadas a cabo por los representantes del Partido Demócrata, la Casa Blanca y el país vecino resultaron en la introducción de normas más estrictas que garanticen los derechos de los trabajadores, reduzcan la ventaja mexicana vinculada con los salarios bajos y aseguren la verificación de su cumplimiento en fábricas. Como resultado, México tuvo que aumentar el salario mínimo y aprobar leyes que les dieran más poder a los sindicatos de trabajadores.
El comercio y la medicina
Otro elemento importante que se incluyó en el texto del acuerdo fue la exigencia de que el 75% de los componentes utilizados en el ensamblaje de los automóviles se produzcan en alguno de los tres países. El cumplimiento de este requisito permitirá comercializar autos sin necesidad de gravarlos con aranceles.
El nuevo acuerdo, como su versión anterior, incluye la disposición que urge establecer un cupo de 2,6 millones de unidades a las exportaciones canadienses de vehículos, libres de aranceles, en caso de que Trump decida imponer aranceles globales del 25% a este tipo de mercancías.
Por si fuera poco, el documento estipula que el 40% del costo de autos debería atribuirse a las plantas que remuneran el trabajo de sus empleados con 16 dólares por hora. Esta disposición permitirá impedir el traslado de fábricas a México.
Además, los negociadores incluyeron una disposición destinada a impedir que México y Canadá busquen un acuerdo parecido con China, informan los medios locales. En particular, los países podrán cancelar el T-MEC o firmar un tratado bilateral en caso de que uno de los signatarios negocie un acuerdo de libre comercio con una economía no considerada como de mercado.
Finalmente, los representantes del Partido Demócrata consiguieron eliminar el requisito que determinaba un plazo de 10 años de exclusividad para la producción de medicamentos biológicos. Una vez aplicada esta cláusula, según los demócratas, beneficiaría solo a las grandes farmacéuticas y afectaría la competencia por medio de obstaculizar la aparición de rivales, capaces de producir biomedicinas de bajo coste.
México aplaudió este cambio porque su norma local limita el periodo de exclusividad a un plazo de tan solo 5 años y permite introducir las versiones genéricas de los medicamentos en el mercado de manera más rápida.