Los especialistas sugieren crear contenidos de apoyo para transformar los debates sobre autolesiones en internet. Los resultados ha sido publicados en la revista 'Psicología y psiquiatría consultiva'.
Un problema peligroso
Una conducta autolesiva (CA) en adolescentes es hacerse cortes y quemaduras, clavarse agujas, golpearse con el fin de aliviar el estado emocional y recuperar el control de las emociones. Los especialistas enmarcan las CA tanto dentro de los problemas psiquiátricos al relacionarlas con la ansiedad, la depresión, los trastornos de conducta y de personalidad, como dentro de los problemas de la adolescencia, catalogando las autolesiones como una manifestación de problemas psicológicos, de comunicación o de la búsqueda de ayuda.
Según los resultados de los estudios que los investigadores de la MGPPU realizaron a más de 600 personas, entre el 10 y el 14% de los estudiantes de Secundaria y universitarios reconoció haberse hecho cortes al menos una vez, y el 3% reveló una alta frecuencia de estas acciones. De acuerdo a otros estudios, la mayoría de adolescentes con autolesiones ven por primera vez una imagen de autolesiones a una edad inferior a los 11 años, es decir, antes de empezar a autolesionarse.
"La probabilidad de la normalización y el enaltecimiento de las autolesiones, su grado de contagio y un halo de exclusividad, que con frecuencia se les da en las comunidades cerradas dedicadas a este problema, pueden agravar los problemas emocionales y de personalidad de los usuarios, provocar y mantener el interés hacia las autolesiones y otras formas de conducta autodestructiva", explica Natalia Pólskaya, catedrática de Psicología Clínica y Psiquiatría de la MGPPU.
'Hashtags' para los enterados
En las redes sociales, los adolescentes buscan temas que les interesan y amigos de ideas afines con ayuda de palabras claves y hashtags. Muchos hashtags no son manifiestos, a menudo se disimulan con palabras o frases más neutrales y tienen su sentido especial solo para los enterados.
Los investigadores separaron un grupo de hashtags con sentido oculto (por ejemplo, #MySecretFamily —mi familia secreta—) que incluye toda una serie de hashtags no manifiestos en los que una conducta o trastorno determinado asociado a las CA es bautizado con un nombre humano común y corriente. Por ejemplo, #Ana para la anorexia; #Cat para los cortes autoinfligidos; #Deb para la depresión; #Sue para los pensamientos o tendencias suicidas.
Estas etiquetas permiten a los adolescentes señalar su pertenencia a una comunidad en la página personal, sin que al mismo tiempo se enteren los de fuera de la misma. Los científicos consideran semejante polisemia de los hashtags como un factor peligroso y potencialmente provocador.
"En lugar de buscar ayuda y apoyo para los usuarios con autolesiones, lo que ocurre a menudo es la glamurización de la CA como un estilo de vida especial. Además, mirar imágenes de autolesiones puede desencadenar la CA", alerta Natalia Pólskaya.
Cómo ayudar a los adolescentes
En opinión de los especialistas, el potencial positivo de la comunicación en línea se puede aprovechar de forma eficaz para elaborar actividades de atención psicológica a adolescentes con conductas autolesivas.
"Los profesionales de la salud mental afrontan el reto global de crear contenidos alternativos que sirvan de apoyo y ayuda, lo que implica el diseño de una nueva metodología y un lenguaje capaz de integrarse en el discurso existente en la red sobre las autolesiones y transformarlo desde adentro", explica Natalia Pólskaya.
En su opinión, para alcanzar este objetivo se necesita una presencia permanente de profesionales de ayuda en las comunidades de las redes sociales que puedan poner en práctica esa metodología.