"Hoy recibí la llamada de @SecPompeo, Secretario de Estado de Estados Unidos, con quien conversamos sobre el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre nuestras naciones y otros temas de interés común; agradecemos el respaldo a nuestro gobierno de transición democrática", publicó Áñez en su cuenta de Twitter.
Hoy recibí la llamada de @SecPompeo, Secretario de Estado de Estados Unidos, con quien conversamos sobre el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre nuestras naciones y otros temas de interés común. Agradecemos el respaldo a nuestro gobierno de transición democrática. pic.twitter.com/8hFdpAzCEH
— Jeanine Añez Chavez (@JeanineAnez) December 6, 2019
Una de las primeras decisiones en materia internacional de la presidenta de facto, quien se autoproclamó en el cargo el 12 de noviembre, fue nombrar un embajador especial en Estados Unidos, Oscar Serrate, con la misión de allanar el camino de una normalización de los vínculos entre ambos países.
Las relaciones entre La Paz y Washington se mantuvieron a nivel de encargados de negocios por más de 11 años, desde septiembre de 2008 cuando Morales expulsó al embajador estadounidense, Philip Goldberg, acusándolo de injerencia en política interna por alentar presuntamente un golpe de Estado.
El ahora depuesto Morales echó también a la agencia antidrogas DEA y a la agencia de cooperación USAID, con el mismo argumento de intromisión en asuntos locales, tras lo cual Washington sacó a Bolivia de su programa de ventajas arancelarias y la puso en una lista de países que no combaten al narcotráfico.
A la par del acercamiento a Estados Unidos, la cancillería boliviana anunció la semana pasada su decisión de "desideologizar" las relaciones de Bolivia con Rusia y China, que el gobierno de Morales había elevado al rango de "estratégicas".