Según declaraciones en la cumbre recogidas por el diario Folha de Sao Paulo, Topolansky dijo que lo que sucedió en el país andino fue un "rompimiento institucional" y pidió no actuar como si el Mercosur "fuera un paraíso, porque no lo es".
"Estamos en un contexto regional preocupante, en que varios países están viviendo conflictos institucionales, con violaciones de derechos humanos y pérdida de vidas", afirmó.
La canciller del Gobierno de facto, Karen Logaric, afirmó que no hubo "golpe" en Bolivia, porque la situación que vive el país es fruto de una decisión del Congreso.
El presidente saliente de Argentina, Mauricio Macri, quien deja el cargo el próximo 10 de diciembre, aseguró que valora el papel de Áñez, porque en su opinión "está buscando la paz democrática en su país, adoptando un camino constitucional liderado por el Congreso".
Esta cumbre del Mercosur, que pone fin a la presidencia rotatoria de Brasil y cede el testigo a Paraguay, está marcada por la transición de Gobiernos en Argentina y Uruguay y por las tensiones en la región.