"Ha sido un día bueno para el presidente Trump y un día malo para los demócratas", dijo la portavoz de la Casa Blanca, Stephanie Grisham.
El 4 de diciembre, cuatro expertos en derecho constitucional, tres de ellos simpatizantes de los demócratas y uno de los republicanos, testificaron en el Comité Judicial de la Cámara de Representantes presidido por el demócrata Jerrold Nadler.
La Cámara Baja estadounidense, controlada por el opositor Partido Demócrata, lanzó en septiembre una investigación contra Trump por la conversación telefónica que sostuvo el pasado 25 de julio con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Un informante afirmó que había recibido quejas de que Trump presionó a Zelenski para que investigara presuntos actos de corrupción del exvicepresidente Joe Biden, su posible rival en las elecciones presidenciales de 2020, y los nexos de su hijo Hunter Biden con la compañía de gas ucraniana Burisma Group.
Lo cierto es que Trump pidió a Zelenski aclarar la controvertida destitución del fiscal general ucraniano Víctor Shokin en marzo de 2016. Shokin investigaba por corrupción a la compañía de gas Burisma Group y sus conexiones con Hunter Biden.
El propio Shokin afirmó, en una entrevista al portal strana.ua, que Joe Biden, en ese entonces vicepresidente de Estados Unidos, le exigió al mandatario ucraniano de entonces, Petró Poroshenko, que lo cesara amenazándole con congelar la entrega de un crédito.
Rudy Giuliani, abogado personal de Trump, denunció a través de su cuenta de Twitter que los Biden estuvieron haciendo valer sus influencias durante años.